miércoles, 8 de junio de 2011

CONVERTIR GRASA BLANCA EN MARRÓN: POSIBLE TRATAMIENTO CONTRA LA OBESIDAD

Al desactivar en los cerebros de unas ratas la expresión de la proteína Neuropéptido Y (NPY) conocida por estimular el apetito, unos investigadores no sólo han reducido la ingesta de calorías y el peso de los animales, sino que también han conseguido transformar parte de su grasa corporal acumulada en un tipo de grasa que es más fácil de gastar por el cuerpo.

NEUROPÉPTIDO Y

La NPY forma parte del sistema lipoestabilizador junto con la leptina y la hormona liberadora de corticotropina (CRH). Los niveles altos de NPY en el fluido cerebroespinal se asocian con una elevada ingestión de comida y una actividad física disminuida. La leptina, producida por los adipocitos en respuesta a los altos niveles de grasa, es detectada por el núcleo arqueado en el hipotálamo. La actividad incrementada en el núcleo arcuato actúa sobre el núcleo paraventricular para inhibir la producción de NPY en ese lugar, reduciendo así el apetito. La actividad del núcleo arqueado también estimula la liberación de CRH, que también disminuye el deseo de alimentarse e incrementa el gasto energético.
 


 
EN ROJO, EL HIPOTÁLAMO

El hallazgo podría conducir a un mejor tratamiento de la obesidad para los seres humanos. Si se desarrolla un método práctico para hacer que el cuerpo humano convierta la "grasa mala" en "grasa buena" y que gaste las calorías en vez de almacenarlas, estaríamos ante una nueva y contundente herramienta para hacer frente a la "epidemia" de obesidad que reina en bastantes naciones industrializadas.

El equipo del Dr. Sheng Bi de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos, trabajó con dos tipos de grasa creada por el cuerpo: blanca y marrón.

La blanca es la típica grasa que termina acumulada alrededor de la parte media del cuerpo y otras zonas, y es el almacén de las calorías extra que absorbemos.

La grasa marrón es la considerada como "buena", porque es más fácil de gastar, gracias a que puede generar calor corporal.

Bi y sus colegas diseñaron un experimento para ver si la supresión de la proteína conocida como Neuropéptido Y (NPY), estimulante del apetito, en el hipotálamo dorsomedial del cerebro, podría disminuir la grasa corporal en las ratas. El hipotálamo ayuda a regular la sed, el hambre, la temperatura corporal, el equilibrio hídrico corporal y la presión arterial.

Un grupo de ratas con el NPY desactivado y un grupo de ratas normales siguieron una dieta corriente. Otros dos grupos como estos siguieron una dieta rica en grasa.

De las ratas con la dieta estándar, tras 11 semanas las normales pesaban más que las ratas con el NPY desactivado. En el grupo alimentado con la dieta rica en grasa, las normales se volvieron obesas, mientras que las ratas con el NPY desactivado ganaron menos peso.

Se verificó un aumento de la grasa marrón y una disminución de la blanca en las ratas con el Neuropéptido Y desactivado.

Se podrían trasplantar o inyectar células madre de grasa marrón bajo la piel para quemar grasa blanca por su conversión a grasa marrón, y estimular así la pérdida de peso.



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