Un equipo de científicos estadounidenses han fabricado pequeñas pegatinas de 1,5 por 1 centímetro y unos 30 micrómetros de espesor que contienen sensores, LEDs, circuitos eléctricos, sistema wireless y dispositivos de radicalcomanías electrónicas que se adaptan perfectamente a la piel y que podrían tener infinidad de aplicaciones médicas.
"Los usos potenciales incluyen la monitorización del estado fisiológico de un paciente, el tratamiento o seguimiento de heridas, detección biológica o química, creación de interfaces entre personas y máquinas, establecimiento de comunicaciones ocultas, etc.
De momento, han probado con éxito estos dispositivos para recoger información fisiológica del corazón, el cerebro y el músculo "con una calidad equivalente a la obtenida con los voluminosos electrodos y el hardware [habitual]", destaca en un editorial Zhenqiang Ma, del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Ordenadores de la Universidad de Wisconsin (EEUU).
Los diminutos "sistemas electrónicos epidermales" han recibido este nombre de sus creadores debido a que sus propiedades físicas se asemejan casi completamente a las de la piel. Una vez adheridos a ella, se contraen, estiran y responden del mismo modo que la epidermis a las fuerzas mecánicas.
Si el proyecto sigue adelante y tiene buena acogida, estos dispositivos podrían revolucionar algunas áreas médicas. Por ejemplo, evitarían las molestias de los electromiogramas (para medir la actividad muscular) y el uso de cables, permitirían recibir directamente en el ordenador los resultados de las pruebas y también estudiar el cerebro en condiciones 'normales'.
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