Tras más de cuatro años de investigaciones, el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) ha longrado patentar una bacteria que
mejora las alteraciones de la microflora intestinal de los enfermos de
celiaquía. Ahora, esa patente se ha transformado en un suplemento
nutricional que puede ser consumido diariamente por los pacientes para
mejorar su calidad de vida.
Este probiótico, llamado Proceliac, se presenta en forma de leche en polvo y contiene la cantidad recomendada de Bifidobacterium longum
ES-1. Es la acción de esta bacteria la que actúa sobre las alteraciones
intestinales que sufren los celíacos. Proceliac no pretende ser un
tratamiento contra la dolencia, si no un suplemento para una dieta ya
libre de gluten.
La enfermedad celiaca es una enteropatía crónica del intestino
delgado producida por una respuesta inmunológica al gluten, un
componente presente en un amplio número de alimentos como la harina y la
cerveza. Dado que actualmente no existe ningún tratamiento que revierta
los efectos de esta dolencia, la única alternativa posible para
aquellos que la sufren es mantener una dieta libre de gluten. La
enfermedad celíaca afecta al 1% de la población mundial, aunque se
calcula que por cada caso diagnosticado hay entre siete y 11 sin
detectar.
Los ensayos con metodología de doble ciego llevados a cabo con niños
celíacos que comenzaban una dieta sin gluten han demostrado que su
consumo diario reduce los parámetros inflamatorios y mejora la flora
intestinal. La investigadora del Instituto de Agroquímica y Tecnología
de los Alimentos del CSIC Yolanda Sanz, que participó en el desarrollo
de la patente, explica: “Es muy difícil mantener una dieta 100% libre de
gluten ya que incluso los alimentos catalogados como libres de gluten
pueden contener hasta 20 miligramos de este compuesto por cada kilogramo
de producto”.
Las alteraciones producidas por la intolerancia al gluten incluyen
otros efectos como la malnutrición, detectada en niños recientemente
diagnosticados, causada por una mala absorción de nutrientes. Según
Sanz, “el probiótico también acelera la recuperación de los parámetros
de talla y peso cuando comienza su ingesta”.
Bifidobacterium longum |
La licencia de explotación de la patente del CSIC fue concedida a la empresa Biópolis, una spin-off
del organismo que ha llevado a cabo el estudio de seguridad alimentaria
y el escalado de producción de la cepa bacteriana. Por su parte, ha
sido la marca Central Lechera Asturiana la encargada de desarrollar el
producto final.
Proceliac se presenta en un formato de bote de 420 gramos para el
consumo en el hogar. Su objetivo es el de sustituir al vaso de leche
diario de forma que los pacientes consuman las 1x109 bacterias necesarias para que el producto sea efectivo.
El probiótico, por tanto, ayudará a los pacientes a estar más
protegidos frente a un posible consumo involuntario de gluten así como a
mejorar sus alteraciones intestinales. Aunque Proceliac sólo ha sido
probado con pacientes de esta dolencia, el investigador del CSIC y
Consejero Delegado de Biópolis, Daniel Ramón, considera que “la
bacteria podría ser efectiva contra otros trastornos intestinales y ese
será el siguiente objetivo de las investigaciones”.
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