lunes, 14 de enero de 2013

HACIA UN TRATAMIENTO DE LA TROMBOSIS CON MENOS EFECTOS SECUNDARIOS

Los coágulos de sangre se forman en los puntos de un vaso sanguíneo en los que se haya producido una herida. Estos coágulos sirven de tapón de emergencia para evitar la pérdida de sangre. A veces, sin embargo, los coágulos obstruyen por completo una arteria o vena y debido a ello se dañan los tejidos circundantes.
Esto le ocurre a mucha gente en el mundo. Sólo en Estados Unidos, según datos de los Centros estadounidenses para el Control y Prevención de Enfermedades, cada año entre 300.000 y 600.000 personas sufren trombosis venosa profunda o tromboembolismo pulmonar (la obstrucción de una arteria pulmonar, que a menudo es resultado de una trombosis), y los fallecidos cada año como consecuencia de estas complicaciones son entre 60.000 y 100.000.
El equipo del bioquímico James H. Morrissey, de la Universidad de Illinois, ha identificado un grupo de pequeñas moléculas que interfieren en la actividad de un tipo de compuestos que inician varios pasos en el proceso de coagulación de la sangre, incluyendo los que conducen a la obstrucción de venas o arterias. Bloquear la actividad de esta clase de compuestos, los polifosfatos, permitiría tratar la trombosis con menos efectos secundarios hemorrágicos que los fármacos que actualmente están en el mercado.
Los investigadores ya han probado inhibidores de polifosfatos en ratones afectados por una inflamación o trombosis venosa y arterial, y han constatado que estos inhibidores impidieron o redujeron la trombosis en los citados animales, sin aumentar aparentemente el riesgo de hemorragia.
Aunque los compuestos identificados y probados en el estudio no serían, por sí mismos, buenos candidatos a fármacos para su uso seguro en pacientes, sí marcan el camino a seguir para el desarrollo de medicamentos mejores.

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