Si bien numerosas investigaciones sobre obesidad infantil
han puesto de relieve los problemas de salud a largo plazo que surgen
cuando estos niños son adultos, un nuevo estudio se ha centrado en las
consecuencias inmediatas de la obesidad y ha mostrado que los niños
obesos tienen un riesgo de padecer trastornos de salud mucho mayor de lo
que se suponía.
En comparación con niños que no tienen
sobrepeso, los niños obesos tienen casi el doble de riesgo de padecer
tres o más enfermedades, mentales o del desarrollo. Los niños con
sobrepeso tienen un riesgo 1,3 veces mayor que el de los de peso normal.
Estos
son los resultados de la nueva investigación, llevada a cabo por el
equipo del Dr. Neal Halfon, profesor en la Universidad de California en
Los Ángeles (UCLA). De los niños que participaron en el estudio, el 15
por ciento tenían sobrepeso, y el 16 por ciento eran obesos.
Estos
resultados deberían servir como llamada de atención para médicos,
padres y profesores, a fin de que entre todos consigan controlar el
problema de la obesidad infantil, evitando así el riesgo de que el
sector afectado de la población infantil padezca otros problemas de
salud asociados a los kilos de más.
Con el drástico aumento de la
obesidad infantil durante las últimas dos décadas en las naciones
industrializadas, se ha producido en esos países un aumento paralelo en
la incidencia de otras enfermedades que aparecen en la infancia, como el
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el asma y
problemas de aprendizaje.
La
nueva investigación de la UCLA se ha hecho sobre una gran población de
niños en Estados Unidos, y ofrece datos fiables y detallados sobre
asociaciones entre el peso corporal y una amplia gama de problemas de
salud asociados, que los niños sufren durante la infancia.
En
general, el equipo de Halfon, Kandyce Larson y Wendy Slusser ha
comprobado que los niños obesos examinados eran más propensos que los de
peso normal a tener una salud más pobre, mayor discapacidad, una
tendencia más grande a sufrir problemas emocionales y de conducta;
mayores tasas de fracaso escolar con repetición de curso, más ausencias a
clase, y más problemas escolares de otros tipos, así como una mayor
incidencia de TDAH, depresión, problemas de aprendizaje, retrasos en el
desarrollo, problemas musculares, óseos y de articulaciones, asma,
alergias, dolores de cabeza, e infecciones del oído.
Aunque en
algunos casos está claro que el sobrepeso es la causa de ciertos
problemas de salud, en otros casos podría ser la consecuencia, o el
sobrepeso y algunos problemas estar generados por una causa común, aún
no identificada, tal como razona Halfon. "Por ejemplo, la exposición a
estrés tóxico puede cambiar los procesos neurorregulatorios que afectan
el control de impulsos del modo en el que se ve en los casos de TDAH,
así como la sensibilidad a la leptina, lo cual puede contribuir al
aumento de peso".
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