El "truco" bioquímico de los mejillones para adherirse con firmeza a
rocas, cascos de barcos y otras estructuras ha sido la base sobre la que
un equipo de investigadores ha desarrollado un gel que puede ser
aplicado como pintura en las paredes de vasos sanguíneos y quedarse ahí
adherido, formando una barrera protectora que podría salvar vidas.
El gel, inventado por el equipo de Christian Kastrup (ahora en la Universidad de la Columbia Británica en Vancouver, Canadá), es similar al aminoácido que permite a los mejillones resistir el embate del agua. La variante que Kastrup y sus colaboradores han elaborado puede soportar la fuerza del flujo de sangre que pasa por arterias y venas.
La
robustez del gel una vez afianzado sobre la estructura deseada
permitiría mantener la integridad estructural, o "apuntalar", por así
decirlo, paredes debilitadas de vasos sanguíneos en riesgo de romperse
Al
formar una barrera estable entre la sangre y las paredes de los vasos,
el gel también podría prevenir la inflamación que normalmente se produce
cuando se inserta un stent (pequeño tubo implantable para reparación
arterial) con el fin de ensanchar una arteria o vena estrechada; a
menudo la inflamación contrarresta el ensanchamiento del vaso que se
pretendía lograr con el stent.
La aplicación posible más
beneficiosa sería evitar la ruptura de placas formadas en vasos
sanguíneos. Cuando una placa de esa clase se rompe, el coágulo
resultante puede obstruir el flujo de sangre al corazón (provocando un
ataque al corazón) o al cerebro (provocando un derrame cerebral).
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