sábado, 5 de septiembre de 2015

FRENO A ALGUNOS DE LOS CÁNCERES MÁS MORTALES


Un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad Baylor (EE.UU.), ha descubierto una manera de pisar el freno de algunos de los cánceres más mortales. «Casi el 30% de todos los tumores malignos son impulsados por el gen MYC. Nadie ha sido capaz de apagar este gen y, por lo tanto, los pacientes con cánceres impulsados por MYC a menudo carecen de tratamientos efectivos», señala Thomas F. Westbrook , autor del estudio.
«Al igual que apagar el motor de un coche fuera de control, hemos encontrado una nueva manera de matar cánceres impulsados por MYC. Podemos hacerlo mediante la inhibición de una máquina molecular dentro de la célula de cáncer llamada espliceosoma», agrega este investigador del estudio, cuyos detalles se revelan en la revista «Nature».
Westbrook y sus colegas han descubierto que los cánceres activados por MYC dependen del espliceosoma para sobrevivir. «El espliceosoma es una máquina compleja compuesta de muchas proteínas», explica Tiffany Hsu, eautora principal del trabajo. «Esta máquina ayuda a los cánceres a 'leer' su manual de instrucciones suprimiendo pasos innecesarios. Cuando inhibimos el espliceosoma, los cánceres ya no pueden entender sus instrucciones para el crecimiento y la supervivencia», añade.
En su estudio, Westbrook, Hsu y sus colegas encontraron que la inhibición del espliceosoma utilizando un nuevo medicamento mata las células tumorales, pero no afecta a los tejidos no cancerosos en modelos de ratón. «Este estudio es un paso prometedor para ayudar a los pacientes con cánceres mortales conducidos por MYC. También estamos muy contentos de descubrir una nueva faceta del oncogén MYC, que es uno de los genes del cáncer estudiados más intensamente pero enigmáticos», dice Hsu.
MYC activa la célula cancerosa y cambia muchas cosas, como la producción de los bloques de construcción que cada célula tumoral necesita, pero este cableado también confiere nuevas tensiones y nuevas vulnerabilidades en las células cancerosas. «Si pudiéramos aprender a intensificar esas tensiones, podríamos matar a las células cancerosas sin dañar los tejidos normales», apunta Westbrook.
«El espliceosoma puede ser una pieza crítica del rompecabezas», afirma este experto. Aunque es poco probable que los inhibidores del espliceosoma den una respuesta a todos los tipos de cáncer, son candidatos prometedores para algunos tumores malignos agresivos como el cáncer de mama triple negativo, una forma común y particularmente virulenta de la enfermedad.


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