La
enfermedad de Huntington (EH) se caracteriza por movimientos
involuntarios, cambios de humor, y demencia. Es una enfermedad que
actualmente no tiene cura y los pacientes mueren 10-20 años después de
la aparición de los primeros síntomas. La EH es causada por expansiones
de poli-glutamina en la proteína huntingtina (Htt). Esta proteína
mutante causa la degeneración de neuronas particularmente del cuerpo
estriado, además del córtex y el hipocampo (Finkbeiner, 2011).
Durante
la última década, las terapias para reducir la neurodegeneración de los
pacientes de la EH se han enfocado en regular la actividad de las
histonas deacetilasas (HDACs). Los inhibidores farmacológicos de las
HDACs promueven la supervivencia en diferentes modelos de
neurodegeneración. La actividad de HDAC1/2 puede ser inhibida por el
fosfolípido esfingosina-1-fosfato (S1P) (Hait et al, 2009). S1P es un
segundo mensajero implicado en multitud de vías de señalización, tanto a
nivel extracelular, citoplasmático como nuclear. S1P es sintetizado a
partir de la esfingosina a través de la fosforilación por las
esfingosinas quinasas 1 (SK1) y 2 (SK2). En células proliferativas, SK1
se encuentra en el citoplasma, mientras que SK2 es mayoritariamente
nuclear e incluso mitocondrial. SK1 está implicada en procesos
relacionados con la supervivencia y la proliferación celular. Sin
embargo, el papel de SK2 parece ser más complejo y poco se conoce sobre
su función en neuronas.
En el laboratorio del Dr. Andrey Tsvetkov,
en la Universidad de Texas en Houston, trabajamos con un modelo
neuronal obtenido a partir de embriones de rata. El córtex y el cuerpo
estriado del cerebro de los embriones de rata son diseccionados y
homogeneizados, y la suspensión celular se siembra en placas de
plástico. En el laboratorio utilizamos un novedoso método para
cuantificar la supervivencia neuronal. Las neuronas son transfectadas
con una proteína roja fluorescente, mApple, para visualizar la
morfología neuronal. Gracias a un microscopio automatizado podemos
seguir el mismo grupo de neuronas a lo largo del tiempo y determinar
cómo las neuronas sobreviven a los diferentes tratamientos (Tsvetkov AS
et al., 2013).
Por immunocitoquímica, comprobamos que SK2 se
localiza principalmente en el núcleo neuronal. Para estudiar el papel de
SK2 en el núcleo, diseñamos un ADN plasmídico que contiene la secuencia
de la quinasa SK2 fusionada con una proteína roja fluorescente, mApple,
y una secuencia de localización nuclear (NLS). Las neuronas que
expresan SK2-mApple-NLS tienen un mayor riesgo de mortalidad, indicando
que SK2 es tóxico en las neuronas primarias. La expresión de
SK2-mApple-NLS en neuronas supone un incremento de siete veces la
concentración de S1P en el núcleo, comparado con las muestras control.
En células cancerosas, S1P se une a HDAC1/2 e inhibe su función
deacetilasa (Hait et al., 2009), desencadenando la rotura de la doble
cadena de ADN, la lesión del genoma más letal. Si esta lesión no es
reparada por la maquinaria de reparación del ADN, el genoma acumula
errores y la célula sufre inestabilidad genómica. Nos planteamos que SK2
podría inducir la muerte celular a través del daño del ADN.
Efectivamente, la expresión de SK2-mApple-NLS induce el daño del genoma
neuronal. Además, la expresión de SK2-mApple-NLS induce la acumulación
de acetilación de la histona H4, indicando que SK2 inhibe la actividad
de HDAC1/2. Estos efectos son reducidos por un inhibidor específico de
SK2, ABC294640.
Creemos que SK2 puede formar parte de un
mecanismo patológico de neurodegeneración. Utilizamos un modelo de ratón
que reproduce muchas características observadas en pacientes de la EH,
BACHD (Gray M et al., 2008). En el cerebro de los ratones BACHD adultos
encontramos que existe un alto grado de lesión del DNA. Además, SK2 está
hiperfosforilado en el córtex y en el cuerpo estriado de los ratones
BACHD comparado con los ratones wild-type. Estos datos sugieren que la actividad quinasa de SK2 puede jugar un papel importante en el desarrollo de la EH.
A
continuación, quisimos comprobar si la inhibición de la actividad
quinasa de SK2 podría reducir la neurotoxicidad inducida por la proteína
mutante Htt. Para ello utilizamos dos modelos neuronales de la EH:
neuronas primarias de embriones de rata son transfectadas con un
plásmido que contiene el exón 1 de la proteína Htt con una extensión de
72 glutaminas; y neuronas obtenidas a partir del córtex y del cuerpo
estriado de embriones de ratones BACHD. El tratamiento con ABC294640 y
la supresión de la expresión de SK2 con siRNA reducen el riesgo de
mortalidad neuronal inducido por la expresión de la proteína mutante
Htt.
En resumen, SK2 se expresa en el núcleo de neuronas
primarias, SK2 nuclear es tóxico para las neuronas del córtex y del
cuerpo estriado, SK2 induce daño del ADN e inhibe la actividad de las
HDACs, SK2 esta hiperactivado en el cerebro de ratones BACHD, y la
inhibición de la actividad de SK2 reduce la toxicidad inducida por la
expresión de la proteína mutante Htt. Estos datos nos han permitido
identificar una posible diana terapéutica para desarrollar nuevos
tratamientos para la EH.
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