En un gran avance, el equipo de Sheng Ding, de los Institutos
Gladstone en Estados Unidos, ha transformado células de piel en células
cardiacas usando solo una combinación de sustancias químicas. Y,
mediante una técnica parecida, el equipo de Mingliang Zhang, de la misma
institución, ha conseguido la conversión de células de piel de ratón en
células madre neurales.
Todos los métodos presentados anteriormente para reprogramar células
precisaban añadir genes externos a ellas, lo que hace que el desarrollo
de la nueva técnica sea una hazaña sin precedentes. Esta prometedora
línea de investigación pone las bases para que un día sea posible, con
fármacos, regenerar células perdidas o dañadas.
Ding y sus colegas utilizaron cócteles de sustancias para obligar a
las células de piel a convertirse en otras parecidas a células madre de
órganos específicos y, finalmente, en células cardiacas y cerebrales.
Este descubrimiento ofrece un método más eficiente y fiable de
reprogramar células y evita las inquietudes médicas que rodean a la
ingeniería genética.
Este método nos acerca a la capacidad de generar nuevas células en el
punto del cuerpo donde exista un daño, tal como señala Ding. Él espera
que algún día sea posible tratar enfermedades como la insuficiencia
cardiaca o el Mal de Parkinson con fármacos que ayuden al corazón y al
cerebro a regenerar áreas dañadas a partir de sus propias células
presentes en los tejidos. Este proceso es mucho más cercano a la
regeneración natural que sucede en animales como los tritones y las
salamandras, que han fascinado desde hace mucho a los biólogos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario