La tecnología ha puesto al alcance por primera vez la posibilidad de
corregir el genoma humano en la línea germinal, es decir, en el ADN que
se transmite a las siguientes generaciones. La posible aplicación a la
medicina de estas técnicas da ahora un paso clave para un tipo
importante de enfermedades hereditarias, las mitocondriales, que solo
transmite la madre. Los investigadores han probado en ratones que es
posible destruir selectivamente las mitocondrias enfermas en óvulos o
embriones tempranos, y ya colaboran con clínicas de fertilidad para
probar la seguridad del método en humanos.
La inmensa mayoría de los 20.000 genes humanos se encuentran en el
núcleo de cada célula, pero hay unos 50 que no están en el núcleo, sino
en las mitocondrias, las factorías energéticas de la célula. En la
fecundación, el óvulo y el espermatozoide aportan sus genes nucleares a
partes iguales, pero las mitocondrias las pone solo el óvulo: de ahí que
los genes mitocondriales se transmitan solo por línea materna. Cuando
alguno de esos genes es erróneo, resultan enfermedades genéticas,
también transmitidas solo por la madre.
Aunque estas enfermedades mitocondriales son una minoría de las
dolencias hereditarias, resultan en condiciones muy graves, con fallos
catastróficos en los órganos y tejidos que más energía necesitan, como
el cerebro, el corazón y el hígado. Incluyen varios tipos de demencia y
neurodegeneración, diabetes, infarto, disfunción hepática, pérdida de
visión y sordera, todas ellas sin cura. Poder corregirlas en el óvulo o
poco después de la fecundación libraría a los hijos (no solo a las
hijas) de esas taras, y también a toda su descendencia futura.
Las enfermedades mitocondriales son una minoría de las dolencias hereditarias, pero generan fallos catastróficos
El equipo de Juan Carlos Izpisúa en el Instituto Salk de California,
junto a científicos de Miami, Kobe, Urbana, Barcelona y Pekín, y en
colaboración con varios hospitales españoles, han logrado aplicar las
modernas técnicas de edición genómica para impedir el paso de mutaciones
mitocondriales a la descendencia. Lo han hecho en ratones modelo, pero
usando varias de las mutaciones mitocondriales humanas más relevantes.
Publican los resultados en la revista Cell.
“La técnica”, explica Izpisúa, “se basa en una única inyección de
material genético (ARN) en el óvulo o en el embrión temprano, y por
tanto podría realizarse fácilmente en las clínicas de fertilidad de todo
el mundo”. Por supuesto, faltan varios cambios legales y comprobaciones
de la seguridad del método para llegar a ese punto. Pero la técnica se
puede considerar ya a punto para dar ese salto.
La edición genómica también es prometedora para la mayoría de las
enfermedades hereditarias –las del genoma nuclear—, pero Izpisúa cree
que las taras mitocondriales pueden erigirse en la avanzadilla. La
principal razón, explica, es que no hay buenas alternativas para ello.
El Reino Unido ha aprobado hace solo unos meses una estrategia
alternativa –los llamados “hijos de tres padres”—,
pero en ese caso hay que combinar genes de tres individuos, lo que
puede generar problemas de compatibilidad, tal como indican algunas
evidencias en ratonas.
Los científicos han comprobado la eficacia de la técnica en óvulos de ratón que contenían mutaciones humanas
La técnica del Salk no requiere donaciones de óvulos. Simplemente,
dirige un sistema de enzimas que cortan el ADN (endonucleasas)
específicamente contra los genes mitocondriales mutantes.
Las enfermedades mitocondriales tienen una peculiaridad importante.
Una célula tiene solo un genoma nuclear, pero muchos genomas
mitocondriales (de 100 a 100.000), y lo más común es que algunos sean
normales y otros mutantes. Que la enfermedad se manifieste depende de
que el porcentaje de mitocondrias mutantes alcance un valor crítico. Las
endonucleasas atacan solo a las mitocondrias mutantes, y ello permite a
las sanas imponerse al peso, aunque algunas mitocondrias mutantes persistan por allí.
Los científicos han comprobado la eficacia de la técnica en óvulos de ratón que contenían las mutaciones mitocondriales humanas
responsables de la neuropatía hereditaria de Leber, distonía (LHOND),
debilidad muscular neurogénica, ataxia y retinitis pigmentosa. Todas son
enfermedades raras sin cura actual.
Antes de que empiecen los ensayos clínicos es preciso evaluar la
seguridad del método en óvulos de pacientes con enfermedades
mitocondriales. Izpisúa está en contacto con clínicas de fertilidad para
conseguir ese material.
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