La diabetes mellitus gestacional es definida como cualquier grado
de intolerancia a la glucosa que aparece o se detecta por primera vez
durante el embarazo. Las últimas estimaciones informan de una
prevalencia de entre el 4 y el 12% de la población gestante.
Numerosos estudios advierten de las complicaciones del embarazo en la
mujer con esta afección, y esta problemática incluye deterioros para la
salud de la madre, el feto e incluso el recién nacido. Incluso existe
una asociación peligrosa entre la diabetes mellitus gestacional y
alteraciones postnatales metabólicas y cardiovasculares para la
posterior vida de madre y niño.
Las últimas evidencias científicas relacionan un entorno intrauterino
adverso desde el punto de vista metabólico con complicaciones como el
sobrepeso y la obesidad infantil. Enfermedades crónicas antes sólo
vistas en adultos (hipertensión, diabetes tipo 2, asma, apnea durante el
sueño, dolores músculo-esqueléticos y complicaciones
gastrointestinales) se comienzan a observar actualmente en población
infantil y, según ciertos investigadores, parecen tener su origen en un
proceso de embarazo alterado.
Por ello, los expertos de la Facultad de Ciencias de la Actividad
Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid
(UPM) y del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital
Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), en España, que
han realizado en estudio, demuestran que una adecuada pauta preventiva
es el mejor elemento para evitar los efectos de esta complicación
metabólica para el bienestar de futuras poblaciones.
Entre los elementos terapéuticos a utilizar en el tratamiento de esta
enfermedad cada vez cobra mayor protagonismo el uso del ejercicio
físico como una intervención atractiva, no invasiva y con altas
probabilidades de eficiencia. El trabajo se ha publicado en Medicine and
Science in Sports and Exercise.
Los científicos llevaron a cabo un ensayo clínico aleatorizado que se
desarrolló en el Centro de Salud de Torrelodones (Madrid). En la
intervención participaron 257 mujeres gestantes sanas: 101 de ellas se
integraron en un programa de ejercicio físico inmediatamente después de
su primera ecografía prenatal (semana 10-12 de embarazo) hasta el final
del mismo (semana 38-40), mientras que 156 mujeres permanecieron en el
grupo de control recibiendo los cuidados habituales durante todo su
embarazo.
El programa de ejercicio consistió en tres sesiones semanales, dos en
sala y una en la piscina municipal de la localidad madrileña, de entre
50 y 60 minutos de ejercicio aeróbico moderado y conducido por una
profesional del INEF e investigadora del equipo.
Los resultados del estudio muestran un porcentaje significativamente
mayor de desarrollo de diabetes mellitus gestacional en el grupo de
control (mujeres que no participaron en el programa) que el grupo de
ejercicio físico. Mientras que 13 casos de este tipo de diabetes fueron
detectados en el grupo de control (13%) tan solo un caso fue informado
en el grupo que llevó a cabo ejercicios.
"Estos resultados abren las puertas a la utilización del ejercicio
físico moderado y supervisado en la prevención de la diabetes mellitus
gestacional, cuyas consecuencias sociales, sanitarias y económicas
generan importantes preocupaciones en las autoridades", declaran los
autores.
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