Los investigadores Gregory Winter y Richard A. Lerner están en la
vanguardia de las investigaciones sobre el sistema inmunitario. Los
avances en la utilización de anticuerpos como herramientas terapéuticas
han proporcionado nuevos métodos para prevenir y tratar desórdenes
inmunes, enfermedades degenerativas y distintos tipos de tumores. En
muchos casos, el empleo de anticuerpos ha mitigado el sufrimiento del
paciente y ha detenido el progreso de la enfermedad. Estos
investigadores han logrado crear un sistema inmune sintético en tubo de
ensayo, demostrando además su potencial preventivo y terapéutico al
superar el repertorio de anticuerpos naturales que el cuerpo humano
puede generar.
Sir Gregory Winter (Reino Unido, 1951) estudió Ciencias
Naturales en el Trinity College de Cambridge y desarrolló sus estudios
doctorales en el Laboratorio de Biología Molecular (LMB) del Medical
Research Council (MRC), institución de la que ha sido subdirector. Es master del Trinity College.
En el seno del LMB, Winter ha sido uno de los bioquímicos más destacados
en la innovación de técnicas de creación de anticuerpos terapéuticos
monoclonales y uno de los pioneros en el desarrollo de técnicas para la
humanización de estos anticuerpos, un paso fundamental para que el
sistema inmune humano no los identifique como agentes extraños. Está en
posesión de numerosas patentes y, además de haber sido asesor de varias
firmas científicas de ingeniería genética, fue el fundador en 1989 de
Cambridge Antibody Technology, una de las empresas biotecnológicas
impulsadas por el LMB para la comercialización de estos anticuerpos,
entre ellos el adalimumab, destinado al tratamiento de la artritis
reumatoide y la enfermedad de Crohn. También fundó las empresas
Domantis, en 2000, y Bicycle Therapeutics, en 2009.
Comandante del Imperio Británico y miembro de la Royal Society, de la
Academia de Ciencias Médicas del Reino Unido, de la Australiana de
Ciencias Tecnológicas e Ingeniería y de la Sueca de Ciencias de la
Ingeniería, Winter ha recibido, entre otros reconocimientos, el Premio
Louis Jeantet de Medicina (Suiza, 1989), el Emil von Behring (Alemania,
1990), el Premio Milán (Italia, 1990), el Premio Scheele de la Academia
Sueca de Ciencias Farmacéuticas (1994), el Premio Internacional Rey
Faisal de Medicina (Arabia Saudí, 1995), el Biochemical Society Award
(Reino Unido, 2006) y el BioIndustry Award (Reino Unido, 2008).
Richard Alan Lerner (Chicago, EE.UU., 1938) estudió
Medicina en las universidades Northwestern y Stanford, en la que se
doctoró en 1964. Tras realizar el internado en el Palo Alto Stanford
Hospital, en 1965 empezó su trayectoria investigadora y docente en el
Departamento de Patología Experimental del Research Scripps Institute de
La Jolla (California), institución de la que llegó a ser presidente
entre 1991 y 2012. En la actualidad ocupa la cátedra Lita Annenberg
Hazen de Inmunoquímica del Departamento de Biología Molecular del
Scripps y es miembro del Skaggs Institute de Biología Química.
Lerner fue el artífice del avance más importante desde el descubrimiento
de los anticuerpos monoclonales hace un cuarto de siglo: la concepción,
diseño y creación de bibliotecas combinatorias de anticuerpos,
actualmente las más utilizadas de todas las bibliotecas del campo de la
bioquímica, lo que permitió ampliar el rango de acción del sistema
inmune. Lerner sentó las bases en un artículo publicado en Science en
1989 y todos los avances que se produjeron en el cambio de las
bibliotecas combinatorias derivaron, directa o indirectamente, de este
artículo. Además, en 1991, Lerner desglosó la esencia de la producción
de anticuerpos sin inmunización y su método ha permanecido como el
camino más eficiente para la producción de anticuerpos totalmente
humanos. Por otra parte, Lerner ha sido pionero en el desarrollo de los
denominados anticuerpos catalíticos, una estrategia destinada a acelerar
y catalizar reacciones químicas para las que los métodos tradicionales
no son eficientes.
Autor de más de cuatrocientos artículos científicos, Lerner es doctor
honoris causa por siete universidades de Europa y Estados Unidos. Ha
recibido, entre otros reconocimientos, el Premio Wolf de Química
(Israel, 1995), el William B. Coley Award del Instituto de Investigación
del Cáncer (EE.UU., 1999) y el Paul Ehrlich and Ludwig Darmstaedter
Prize (Alemania, 2003).
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