Un estudio realizado en La Plata (Argentina) demostró que un grupo de
mujeres embarazadas que recibieron hierro en forma domiciliaria tuvo un
25 por ciento más contenido de ese mineral en la leche, lo cual resulta
beneficioso para los lactantes.
El hierro sirve para
transportar el oxígeno por los glóbulos rojos, mantener las defensas
inmunes y favorecer el desarrollo cerebral de los lactantes. Sin
embargo, la deficiencia de este mineral sigue siendo uno de los
principales problemas de salud entre los niños menores de un año de edad
en Argentina y la mayoría de los países de América del Sur.
Ahora,
investigadores de la Universidad Nacional de La Plata demostraron la
eficacia de una intervención preventiva “personalizada” en embarazadas
para enriquecer el contenido de hierro en la leche materna. La medida
puede evitar la necesidad de recurrir a fórmulas lácteas fortificadas
con el mineral y otros suplementos dietéticos. “Es mucho menos oneroso
prevenir el déficit de hierro en las madres, que aportar fórmulas
lácteas en forma masiva a todos los lactantes”, indicó a la Agencia CyTA
el doctor Gustavo Marín, profesor de la Cátedra de Farmacología Básica
de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La
Plata (UNLP).
La estrategia propuesta se focalizó en las madres
en lugar de los niños. Aunque el programa Remediar del Ministerio de
Salud de la Nación ha solucionado el problema de la disponibilidad de
hierro y ácido fólico en las embarazadas del sistema público de salud,
Marín y sus colegas partieron de la base que eso no siempre garantiza
que se cumpla el tratamiento.
En el estudio participaron 360
futuras mamás. “A todas se les brindó medicación desde el centro de
salud, pero a 186 de ellas se les brindó un seguimiento personalizado:
se las contactó semanalmente desde el sistema de salud, se les realizó
visitas en el hogar y recibieron la medicación con su nombre y
apellido”, explicó Marin, quien es miembro del Grupo Argentino para el
Uso Racional de los Medicamentos y del Centro Universitario de
Farmacología (CUFAR), una institución colaboradora de la Organización
Mundial de la Salud.
Según consta en la revista Journal of
Medicine and Life, los resultados de la intervención han sido
auspiciosos. Aquellas embarazadas que recibieron el tratamiento
individualizado, una vez que dieron a luz, demostraron tener un 25 por
ciento más de hierro en la leche (en forma de ferritina).
Los
resultados ya tienen una derivación directa. Las autoridades sanitarias
de la región La Plata y Gran La Plata ya están ofreciendo un programa de
control de embarazo para las usuarias del sector público
(aproximadamente 7.500 gestantes al año), del que toman parte
licenciadas en obstetricia y farmacias comunitarias que entregan la
medicación de manera personalizada.
Los niños menores de un año
que no tienen un nivel adecuado de hierro tienen mayor riesgo de anemia,
infecciones y limitaciones en el desarrollo intelectual y psicomotor.
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