Una nueva investigación sugiere que el aire exhalado por una persona al
respirar contiene una "huella dactilar" química que es exclusiva de cada
persona y que refleja su estado de salud. Si esto se confirma, sería
factible valerse de esta "huella dactilar" para diagnosticar
enfermedades basándose en el análisis químico del aire exhalado por el
paciente al respirar, y empleando para dicho análisis métodos muy
sensibles y precisos.
Los fluidos corporales contienen mucha
información sobre el estado de salud de una persona. Los médicos
utilizan de forma rutinaria los análisis de sangre y orina para detectar
eventuales indicios de enfermedades infecciosas o metabólicas, a fin de
diagnosticar enfermedades de todo tipo, desde cáncer al mal
funcionamiento de un órgano, y también para verificar las dosis
realmente tomadas de los medicamentos, basándose para este último caso
en la presencia y abundancia de estos compuestos en los fluidos
corporales.
Investigadores del Instituto Federal Suizo de
Tecnología, en Zúrich, y del Hospital Universitario de Zúrich, proponen
ahora extender tales análisis más allá de los fluidos corporales
tradicionales, alcanzando ese campo descrito del análisis del aire
exhalado al respirar, aprovechando modernos métodos analíticos de alta
resolución que pueden proporcionar información en tiempo real sobre la
composición química pormenorizada de una muestra de aire.
Estos
científicos desarrollaron una versión basada en instrumentos científicos
de un principio que ha sido durante mucho tiempo conocido en la
medicina china tradicional: El de extraer conclusiones sobre el estado
de la salud de un paciente basándose en el olor de su aliento. También
se sabe que los perros debidamente adiestrados, y hasta las ratas,
pueden distinguir en el aliento de una persona diferencias que dependen
de si esa persona está sana o por lo contrario padece de alguno de
ciertos tipos de cáncer.
El equipo del químico Renato Zenobi
planea perfeccionar por medios artificiales esta capacidad de detección,
de tal modo que la tecnología preparada específicamente para este
menester permita identificar con gran certeza los compuestos químicos
presentes en el aliento de las personas. Gracias a ello, los médicos
deberían poder valerse de compuestos específicos presentes en el aliento
en concentraciones diminutas pero delatadoras, para hacer diagnósticos.
La espectrometría de
masas puede ser la base para dicha tecnología, tal como se ha demostrado
en un reciente estudio donde los investigadores del Instituto Federal
Suizo de Tecnología (también conocido como Escuela Politécnica Federal)
analizaron el aire exhalado por once voluntarios. El equipo de
investigación constató que la "huella dactilar" química del aire
exhalado al respirar, mayormente integrada por metabolitos volátiles y
semivolátiles, muestra un patrón esencial que es característico del
individuo. Se comprobó que el aliento de cada voluntario tenía su propia
"huella dactilar" química.
Después de mediciones sistemáticas
durante 11 días, los investigadores tuvieron claro que esa huella
metabólica en el aliento se mantenía igual para cada persona bajo
condiciones normales de salud, con sólo algunas pequeñas variaciones a
lo largo del día. Por tanto, el patrón químico en el aliento de cada
persona era lo bastante estable como para ser útil como herramienta de
diagnóstico. Un cambio acentuado sólo podría significar una anomalía en
el metabolismo de la persona.El próximo paso que el equipo de
Zenobi y Pablo Martinez-Lozano Sinues planea dar es aprender a reconocer
los patrones químicos del aliento característicos de enfermedades
específicas. A tal fin, el equipo está colaborando con un grupo de
médicos de la División de Medicina Pulmonar en el Hospital U.
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