Según un estudio publicado por la revista Plos One, el consumo
conjunto de verdura, fruta, cereales integrales, frutos secos, café,
lácteos desnatados, fibra, ácidos grasos poliinsaturados -presentes, por
ejemplo, en aceites vegetales- y el alcohol en cantidades moderadas
reduciría casi un 70% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Por el
contrario, la ingesta de carnes procesadas, refrescos azucarados y
carnes rojas produciría el efecto contrario.
Así se desprende de un análisis llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Navarra, del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdisNA) y el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) dentro del Proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra), en España, en colaboración con investigadores de la Universidad de Palermo (Italia).
Este estudio ha tomado como base los datos del análisis observacional realizado dentro del Proyecto SUN con 17.292 voluntarios que inicialmente no sufrían diabetes y que fueron seguidos durante más de nueve años. Al final del periodo se confirmó que 143 personas habían sido diagnosticadas de diabetes tipo 2.
"La prevalencia de esta enfermedad en España es del 13,8% en mayores de 18 años. Su trascendencia se debe a las complicaciones que puede acarrear, ya que es la principal causa de ceguera, de insuficiencia renal y de amputaciones no traumáticas de extremidades inferiores en los países occidentales", explica el endocrinólogo e investigador Javier Basterra-Gortari, coautor del estudio.
En este sentido, la Dra. Maira Bes-Rastrollo, miembro del equipo investigador, añade que las principales causas de la diabetes tipo 2 son la carga genética, la obesidad y la inactividad física: "Las dos últimas son causas que se pueden modificar, de ahí la importancia de una correcta educación en salud", subraya.
En este sentido, el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), en el que participan la Universidad de Navarra, el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea y CIBERobn, ya ha confirmado de modo experimental que una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen reduce en un 40% el riesgo de diabetes.
Además, algunos análisis adicionales del estudio mostraron que los participantes con un índice de masa corporal (IMC) superior a 35 -este indicador se obtiene dividiendo el peso en kg entre la estatura en metros al cuadrado- multiplicaban por 64 el riesgo de padecer diabetes tipo 2, en comparación con aquellos cuyo IMC era menor a 22. Asimismo, los participantes que no presentaban sobrepeso pero tenían un IMC entre 22,1 y 24,9 sufrían cuatro veces más riesgo de desarrollar diabetes. En opinión de la Dra. Maira Bes-Rastrollo, "estos resultados podrían aplicarse en la clínica práctica para mejorar los hábitos dietéticos de las personas con alto riesgo de diabetes tipo 2, además de servir como herramienta educativa para ayudar a la población a auto-evaluar su riesgo de desarrollar esta enfermedad".
Así se desprende de un análisis llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Navarra, del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdisNA) y el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) dentro del Proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra), en España, en colaboración con investigadores de la Universidad de Palermo (Italia).
Este estudio ha tomado como base los datos del análisis observacional realizado dentro del Proyecto SUN con 17.292 voluntarios que inicialmente no sufrían diabetes y que fueron seguidos durante más de nueve años. Al final del periodo se confirmó que 143 personas habían sido diagnosticadas de diabetes tipo 2.
"La prevalencia de esta enfermedad en España es del 13,8% en mayores de 18 años. Su trascendencia se debe a las complicaciones que puede acarrear, ya que es la principal causa de ceguera, de insuficiencia renal y de amputaciones no traumáticas de extremidades inferiores en los países occidentales", explica el endocrinólogo e investigador Javier Basterra-Gortari, coautor del estudio.
En este sentido, la Dra. Maira Bes-Rastrollo, miembro del equipo investigador, añade que las principales causas de la diabetes tipo 2 son la carga genética, la obesidad y la inactividad física: "Las dos últimas son causas que se pueden modificar, de ahí la importancia de una correcta educación en salud", subraya.
En este sentido, el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), en el que participan la Universidad de Navarra, el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea y CIBERobn, ya ha confirmado de modo experimental que una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen reduce en un 40% el riesgo de diabetes.
Además, algunos análisis adicionales del estudio mostraron que los participantes con un índice de masa corporal (IMC) superior a 35 -este indicador se obtiene dividiendo el peso en kg entre la estatura en metros al cuadrado- multiplicaban por 64 el riesgo de padecer diabetes tipo 2, en comparación con aquellos cuyo IMC era menor a 22. Asimismo, los participantes que no presentaban sobrepeso pero tenían un IMC entre 22,1 y 24,9 sufrían cuatro veces más riesgo de desarrollar diabetes. En opinión de la Dra. Maira Bes-Rastrollo, "estos resultados podrían aplicarse en la clínica práctica para mejorar los hábitos dietéticos de las personas con alto riesgo de diabetes tipo 2, además de servir como herramienta educativa para ayudar a la población a auto-evaluar su riesgo de desarrollar esta enfermedad".
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