Unos investigadores han ideado un método para activar genes en
cualquier punto o patrón específicos en una placa de Petri con la mera
acción de un interruptor en forma de luz. Lo han conseguido combinando
un sistema defensivo de una bacteria con el mecanismo de respuesta a la
luz solar de una flor.
Con la capacidad de utilizar luz para activar genes en posiciones
específicas, los investigadores pueden estudiar mejor sus funciones,
crear sistemas complejos para hacer crecer tejidos vivos, y quizá hacer
realidad algún día tecnologías, hasta ahora mostradas solo en la
ciencia-ficción, para curar con rapidez heridas y lesiones.
Este interesante trabajo es obra del equipo de Charles Gersbach y
Lauren Polstein, de la Universidad Duke, en Durham, Carolina del Norte,
Estados Unidos.
Esta tecnología debería permitirle a un científico elegir cualquier
gen en cualquier cromosoma y activarlo o desactivarlo con luz, lo cual
tiene el potencial de ampliar de manera espectacular lo que se puede
hacer con la ingeniería genética, tal como subraya Polstein. La ventaja
de hacer esto con luz es que permite controlar rápida y fácilmente
cuándo se activa o se desactiva el gen, y el nivel al que se activa,
variando la intensidad de la luz. También permite a los investigadores
concentrarse justo dónde se activa el gen, al iluminarlo de forma muy
selectiva, por ejemplo, haciendo pasar la luz a través de una plantilla o
máscara.
Muchas son las posibles aplicaciones futuras de esta nueva
tecnología, si su eficiencia y su seguridad se confirman más allá de
toda duda, en investigaciones adicionales. Los investigadores podrían
controlar de forma precisa y muy selectiva el nivel de actividad de un
gen a partir de conocer su posición natural en el ADN cromosómico, lo
que les permitiría a su vez conocer mucho mejor el papel o papeles del
gen. El sistema fotónico podría también proporcionarles a los
científicos más control sobre cómo las células madre en cultivos
celulares se diferencian en varios tipos de tejidos. Y, al crear
diferentes patrones de expresión de genes, el sistema puede emplearse en
ingeniería de tejidos.
La ingeniería genética inducida fotónicamente podría ser aplicada en
numerosos campos. Es factible iluminar células a través de la piel y
controlar lo que están haciendo, como por ejemplo producir vasos
sanguíneos o regenerar tejidos.
Muy a largo plazo, podría incluso llegar a diseñarse un aparato
comparable al que vemos en la saga Star Trek, donde el médico mueve una
especie de linterna sobre una herida y esta se cura en unos momentos,
tal como aventura Gersbach. “Obviamente, eso no es ahora posible, pero
este tipo de tecnología que crea un control mucho mejor sobre los
sistemas biológicos podría llevarnos hacia esa dirección”, explica.
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