Un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad Baylor
(EE.UU.), ha descubierto una manera de pisar el freno de algunos de los
cánceres más mortales. «Casi el 30% de todos los tumores malignos son
impulsados por el gen MYC. Nadie ha sido capaz de apagar este gen y, por
lo tanto, los pacientes con cánceres impulsados por MYC a menudo
carecen de tratamientos efectivos», señala Thomas F. Westbrook , autor
del estudio.
«Al igual que apagar el motor de un coche fuera de control, hemos encontrado una nueva manera de matar cánceres impulsados por MYC.
Podemos hacerlo mediante la inhibición de una máquina molecular dentro
de la célula de cáncer llamada espliceosoma», agrega este investigador
del estudio, cuyos detalles se revelan en la revista «Nature».
Westbrook y sus colegas han descubierto que los cánceres
activados por MYC dependen del espliceosoma para sobrevivir. «El
espliceosoma es una máquina compleja compuesta de muchas proteínas»,
explica Tiffany Hsu, eautora principal del trabajo. «Esta máquina ayuda a
los cánceres a 'leer' su manual de instrucciones suprimiendo
pasos innecesarios. Cuando inhibimos el espliceosoma, los cánceres ya no
pueden entender sus instrucciones para el crecimiento y la
supervivencia», añade.
En su estudio, Westbrook, Hsu y sus colegas encontraron que
la inhibición del espliceosoma utilizando un nuevo medicamento mata las
células tumorales, pero no afecta a los tejidos no cancerosos en
modelos de ratón. «Este estudio es un paso prometedor para ayudar a los
pacientes con cánceres mortales conducidos por MYC. También estamos muy
contentos de descubrir una nueva faceta del oncogén MYC, que es uno de
los genes del cáncer estudiados más intensamente pero enigmáticos», dice
Hsu.
MYC activa la célula cancerosa y cambia muchas cosas, como
la producción de los bloques de construcción que cada célula tumoral
necesita, pero este cableado también confiere nuevas tensiones y nuevas
vulnerabilidades en las células cancerosas. «Si pudiéramos aprender a
intensificar esas tensiones, podríamos matar a las células cancerosas
sin dañar los tejidos normales», apunta Westbrook.
«El espliceosoma puede ser una pieza crítica del rompecabezas», afirma este experto.
Aunque es poco probable que los inhibidores del espliceosoma den una
respuesta a todos los tipos de cáncer, son candidatos prometedores para
algunos tumores malignos agresivos como el cáncer de mama triple
negativo, una forma común y particularmente virulenta de la enfermedad.
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