Científicos del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona
(ICMAB) del CSIC, en colaboración con el Instituto Catalán de
Nanociencia y Nanotecnología (ICN2), en España, el Instituto de Biologia
Molecular y Celular del CNRS francés, y el King’s College de Londres
(KCL), han desarrollado un nanotransportador basado en nanotubos de
carbono para radioterapia contra el cáncer.
Los resultados, publicados en la Revista Nanoscale, son parte del proyecto colaborativo RADDEL, dentro del programa Marie-Curie Initial Training Network (ITN), y financiado por el Séptimo Programa Marco de la UE. Está coordinado por el investigador Gerard Tobías, del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB) del CSIC.
RADDEL tiene como objetivo desarrollar nuevas herramientas de diagnóstico y terapia basadas en nanocápsulas basadas en nanotubos de carbono que transportan compuestos de interés biomédico en su interior.
En el proyecto RADDEL, los científicos han combinado las modificaciones en las superficies externa e interna de los nanotubos para diseñar una radioterapia dirigida contra el cáncer. Los nanotubos se rellenaron con materiales no radiactivos (SmCl3 y LuCl3) y fueron sellados. Posteriormente, se funcionalizó la superficie de los nanotubos con los anticuerpos monoclonales Cetuxoimab, los cuales reconocen y bloquean los receptores del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), que están sobreexpresados en las células cancerosas.
Para evaluar la eficacia del sistema “reconociendo” las células cancerosas, se realizaron ensayos con células de glioblastoma humano primario, modificadas para sobreexpresar el receptor del factor de crecimiento epidérmico.
Los nanotubos de carbono tienen numerosas aplicaciones. Una de las más conocidas es su uso en materiales compuestos para productos deportivos, que ya se comercializan. También son atractivos como nanoplataformas, en el campo de la biomedicina, con aplicaciones que van desde prótesis hasta el transporte de fármacos. En este campo, su uso como transportador de radionucleidos para aplicaciones de imagen y diagnóstico ha sido, hasta ahora, muy limitada.
Los resultados, publicados en la Revista Nanoscale, son parte del proyecto colaborativo RADDEL, dentro del programa Marie-Curie Initial Training Network (ITN), y financiado por el Séptimo Programa Marco de la UE. Está coordinado por el investigador Gerard Tobías, del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB) del CSIC.
RADDEL tiene como objetivo desarrollar nuevas herramientas de diagnóstico y terapia basadas en nanocápsulas basadas en nanotubos de carbono que transportan compuestos de interés biomédico en su interior.
En el proyecto RADDEL, los científicos han combinado las modificaciones en las superficies externa e interna de los nanotubos para diseñar una radioterapia dirigida contra el cáncer. Los nanotubos se rellenaron con materiales no radiactivos (SmCl3 y LuCl3) y fueron sellados. Posteriormente, se funcionalizó la superficie de los nanotubos con los anticuerpos monoclonales Cetuxoimab, los cuales reconocen y bloquean los receptores del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), que están sobreexpresados en las células cancerosas.
Para evaluar la eficacia del sistema “reconociendo” las células cancerosas, se realizaron ensayos con células de glioblastoma humano primario, modificadas para sobreexpresar el receptor del factor de crecimiento epidérmico.
Los nanotubos de carbono tienen numerosas aplicaciones. Una de las más conocidas es su uso en materiales compuestos para productos deportivos, que ya se comercializan. También son atractivos como nanoplataformas, en el campo de la biomedicina, con aplicaciones que van desde prótesis hasta el transporte de fármacos. En este campo, su uso como transportador de radionucleidos para aplicaciones de imagen y diagnóstico ha sido, hasta ahora, muy limitada.
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