Se ha llevado a cabo un ensayo clínico pionero comparando los
resultados del tratamiento convencional para la diabetes tipo 1 (usando
una bomba de insulina), con los resultados de utilizar un páncreas
artificial provisto de sistema hormonal dual.
La comparación
entre los resultados indica que el páncreas artificial aporta una mejora
en los niveles de glucosa y un menor riesgo de hipoglucemia.
Este
prometedor logro de un equipo de especialistas del Instituto de
Investigaciones Clínicas de Montreal (IRCM), dirigidos por el
endocrinólogo Dr. Rémi Rabasa-Lhoret, puede tener importantes
repercusiones en el tratamiento de la diabetes tipo 1, acelerando el
desarrollo de un páncreas artificial externo que sea seguro y práctico
de usar.
El páncreas artificial es un sistema automatizado que
reproduce, hasta cierto punto, el trabajo de un páncreas natural en buen
estado, adaptando continuamente la liberación de insulina a los cambios
en los niveles de glucosa. El páncreas artificial con sistema hormonal
dual probado en el IRCM por Rabasa-Lhoret, Ahmad Haidar y sus
colaboradores, controla los niveles de glucosa mediante la liberación
automática de insulina y glucagón, si es necesario, sobre la base de las
lecturas de un sistema de vigilancia constante de glucosa (CGM, por sus
siglas en inglés) y guiándose por un algoritmo avanzado.
El
equipo halló que el páncreas artificial mejoró el control de la glucosa
en un 15 por ciento, en comparación con la terapia convencional mediante
bomba de insulina. El páncreas artificial también redujo en 8 veces el
riesgo total de hipoglucemia, y en 20 veces el riesgo de hipoglucemia
nocturna. Las personas con diabetes tipo 1 deben controlar cuidadosamente sus
niveles de glucosa en sangre para que se mantengan dentro de los valores
normales. El control de la glucosa en sangre es la clave para evitar
complicaciones a largo plazo relacionadas con altos niveles de glucosa
(como ceguera o insuficiencia renal) y reducir el riesgo de hipoglucemia
(niveles peligrosamente bajos de glucosa en sangre, que pueden causar
confusión, desorientación, e incluso pérdida de la consciencia en casos
severos).
Con los tratamientos convencionales, aproximadamente
dos tercios de los pacientes no logran mantener adecuadamente su nivel
de glucosa dentro de los valores normales", afirma el Dr. Rabasa-Lhoret.
"El páncreas artificial podría ayudarlos a alcanzar este objetivo, y
reducir el riesgo de hipoglucemia, el gran temor de la mayoría de los
pacientes, y que sigue siendo el efecto adverso más común del
tratamiento con insulina. De hecho, la hipoglucemia nocturna es el
principal obstáculo para alcanzar los objetivos glucémicos".
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