Los resultados de una investigación efectuada en Japón apuntan a que el
té verde y el café pueden ayudar a reducir los riesgos de sufrir un
derrame cerebral, especialmente cuando ambos son consumidos de forma
regular. Las personas investigadas en el estudio que bebieron
diariamente té verde o café tuvieron un riesgo aproximadamente de un 20 a
un 30 por ciento menor de sufrir un tipo de derrame cerebral, en
comparación con quienes consumieron esas bebidas con poca frecuencia.
Éste
es el primer estudio a gran escala que examina juntos los efectos del
té verde y del café sobre el riesgo de sufrir derrames cerebrales.
El
equipo del Dr. Yoshihiro Kokubo, del Centro Nacional Cerebral y
Cardiovascular de Japón, preguntó a 83.269 adultos japoneses sobre sus
hábitos de consumo de té verde y café, y mantuvo un seguimiento de esas
personas a lo largo de un promedio de 13 años. El equipo encontró que
cuanto más té verde o café bebía la gente, menor era su riesgo de sufrir
un derrame cerebral (accidente cerebrovascular o ataque de apoplejía).
Las
personas que bebían al menos una taza de café al día tenían un 20 por
ciento menos de riesgo de derrame cerebral que quienes raras veces
bebían café.
Las
personas que bebían de dos o tres tazas de té verde al día tenían un
riesgo un 14 por ciento menor de derrame cerebral y las que bebían al
menos cuatro tazas tenían un 20 por ciento menos de riesgo, en
comparación con quienes raras veces bebían té.
Las personas que
bebían al menos una taza de café o dos tazas de té verde al día tenían
un 32 por ciento menos de riesgo de hemorragia intracerebral, en
comparación con las que raras veces consumían estas bebidas. (La
hemorragia intracerebral ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe y
sangra dentro del cerebro. Alrededor del 13 por ciento de los derrames
cerebrales son hemorrágicos.)
Los participantes en el estudio
tenían entre 45 y 74 años de edad, había prácticamente la misma cantidad
de hombres que de mujeres, y no padecían de cáncer ni de enfermedades
cardiovasculares.
Durante los 13 años de seguimiento, los
investigadores revisaron los registros médicos hospitalarios y
certificados de defunción de los participantes, recopilando datos sobre
enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y causas de muerte. También
ajustaron sus resultados para tener en cuenta la edad, el sexo y
factores del estilo de vida como el hábito de fumar, el consumo de
alcohol, el peso, la dieta y la práctica de ejercicios físicos.
El
té y el café son las bebidas más populares en el mundo después del
agua, por lo que los resultados de esta investigación podrían en
principio aplicarse a la población de otros países.
No está claro
cómo el té verde influye sobre el riesgo de sufrir derrames cerebrales.
Un grupo de compuestos conocido como catequinas podría proporcionar
cierta protección. Las catequinas tienen un efecto antiinflamatorio y
antioxidante, incrementando la capacidad antioxidante y los efectos
antitrombogénicos del plasma.
El café contiene ácido clorogénico,
el cual reduce el riesgo de sufrir un derrame cerebral mediante la
disminución de las posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
Por
supuesto, como ocurre con cualquier producto, un consumo excesivo de
café o té es perjudicial para la salud, de modo que nadie debería
comenzar a beber cantidades ingentes de té o café.
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