Unos investigadores han desarrollado una técnica para atacar
células cancerosas farmacorresistentes que está inspirada en el Caballo
de Troya de los antiguos griegos. El "caballo" está hecho de ADN y
oculta en su interior un fármaco anticáncer.
En las pruebas de laboratorio, células de leucemia que se habían
hecho resistentes al fármaco lo absorbieron y murieron cuando este
estaba oculto en una cápsula hecha de ADN plegado.
Anteriormente, otros grupos de investigación han utilizado la misma
técnica de empaquetado, conocida como “origami de ADN”, para frustrar la
resistencia a los fármacos en tumores sólidos. Esta es la primera vez
que se ha mostrado que la misma técnica funciona en células de leucemia
resistentes al fármaco correspondiente.
El logro es obra de científicos de la Universidad Estatal de Ohio en la ciudad estadounidense de Columbus.
El equipo integrado, entre otros, por John Byrd, en la vertiente
médica, y Carlos Castro, en la de ingeniería mecánica, ya ha empezado a
probar la cápsula en ratones, y espera pasar a los ensayos con cáncer
humano en el plazo de unos pocos años.
Cada cápsula mide unos 15 nanómetros de ancho y 100 nanómetros de
largo, unas 100 veces más pequeñas que las células cancerosas en cuyo
interior debe infiltrarse gracias a su diseño. Posee cuatro
compartimientos interiores huecos y abiertos.
El equipo de Castro diseñó las cápsulas para que sean fuertes y
estables, de manera que no se deshagan indebidamente y liberen la mayor
parte de los fármacos con suficiente rapidez para que la célula no pueda
reaccionar a tiempo y sea incapaz de expulsarlas.
Y eso es lo que vieron los investigadores con un microscopio de
fluorescencia: las células atrajeron las cápsulas al interior de los
orgánulos que normalmente las "digerirían" si fueran nutrientes. Cuando
las capsulas se descompusieron, los fármacos inundaron las células y
provocaron su muerte. La mayoría murió en el transcurso de las primeras
15 horas después de consumir las cápsulas.
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