Una nueva revisión de estudios existentes, y el análisis de sus
resultados a la luz de la ciencia actual, apuntan a que la Vitamina D
puede tener un papel relevante en la prevención de la caries.
Aunque
no se ha puesto en duda el papel de la Vitamina D como soporte de la
salud ósea, históricamente ha existido un importante desacuerdo sobre su
papel en la prevención de la caries.
Entre otras funciones, la
Vitamina D ayuda a la absorción de calcio y fosfato de los alimentos y
es esencial en la formación de huesos y dientes. Una deficiencia de
Vitamina D puede tener malas consecuencias en el crecimiento de los
huesos, así como causar raquitismo en los niños y osteoporosis en
adultos.
Hay dos fuentes principales de generación de Vitamina D.
Una es a través de la piel, por inducción de los rayos ultravioleta,
como es el caso cuando tomamos el sol. La otra, a partir de alimentos
ricos en Vitamina D. En países soleados, la gente no suele tener
deficiencia de esta vitamina. Los habitantes de zonas poco soleadas sí
están en riesgo de sufrir tal deficiencia a no ser que su alimentación
sea lo bastante rica en Vitamina D.
La
nueva revisión, realizada por el Dr. Philippe Hujoel de la Universidad
de Washington, comprendió 24 ensayos clínicos, que abarcan el periodo
entre 1920 y 1980, sobre cerca de 3.000 niños en varios países. Estos
ensayos mostraron que la Vitamina D estaba asociada a una reducción de
cerca del 50 por ciento en la incidencia de la caries.
Los
ensayos clínicos revisados por el Dr. Hujoel se llevaron a cabo en
Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Austria, Nueva Zelanda y Suecia.
Los ensayos se realizaron en entornos institucionales, escuelas,
consultorios médicos y dentales, o en hospitales. Las edades de los
sujetos estudiados estaban entre 2 y 16 años.
En los ensayos
participaron niños en los que sus niveles de Vitamina D se elevaron
mediante el uso de radiación ultravioleta suplementaria o complementando
su dieta con aceite de hígado de bacalao u otros productos que
contienen esta vitamina en cantidades significativas.Aunque las
conclusiones de esta revisión de resultados de ensayos clínicos son
alentadoras, se necesita investigar más antes de poder hacer un dictamen
concluyente, ya que, tal como advierte el Dr. Hujoel, esos ensayos
clínicos presentan puntos débiles que pudieron haber distorsionado los
resultados, y la mayoría de los participantes en los ensayos vivieron en
unos tiempos en los cuales el medio ambiente era muy distinto del
actual.
La cuestión de la Vitamina D es de creciente importancia
en naciones donde los niveles de Vitamina D están disminuyendo, mientras
que la incidencia de caries en los niños pequeños va en aumento. Es
debatible si esto es algo más que una mera coincidencia, pero en
cualquier caso parece razonable hacer todo lo posible para evitar la
deficiencia de Vitamina D.
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