La mayor parte de los ciudadanos en los países desarrollados no
deberían preocuparse por las lesiones potenciales que pudiera
provocarles el practicar ejercicio físico, sino por la falta de él en
sus vidas, según un análisis global realizado por un equipo de expertos
del ACC (American College of Cardiology), una organización del ámbito
médico que cuenta con 49.000 miembros.
Según los autores del estudio, incluso pequeñas cantidades de
actividad física, incluyendo permanecer de pie, están asociadas con un
riesgo menor de enfermedades cardiovasculares, pero un mayor ejercicio
lleva a una reducción superior en el riesgo de muerte debido a dichas
enfermedades.
Diversos estudios han mostrado que la actividad física regular reduce
el riesgo de muerte de una persona debido a la enfermedad
cardiovascular; sin embargo, en países como Estados Unidos solo la mitad
de los adultos cumplen con las pautas recomendadas de 150 minutos por
semana de ejercicio moderadamente intenso, o de 75 minutos semanales de
ejercicio de intensidad vigorosa.
En el nuevo informe presentado por el ACC, se presentan las
conclusiones de una revisión de investigaciones recientes sobre el
volumen y la intensidad del ejercicio aeróbico necesario para favorecer a
la salud cardiovascular.
Los autores del estudio han comprobado que hacer ejercicio en
cantidades más bajas de lo recomendado aún reduce notablemente el riesgo
de mortalidad en diferentes poblaciones de todo el globo, ya que
siempre es mejor hacer poco ejercicio que nada. De todos modos, aumentar
la cantidad de ejercicio de intensidad moderada que lleva a cabo una
persona resulta en mayores reducciones de la mortalidad por enfermedades
cardiovasculares.
Aunque un esfuerzo físico intenso para alguien con problemas de
corazón puede entrañar riesgos, en la mayoría de casos el beneficio
supera al perjuicio, sobre todo cuando el ejercicio es de nivel
moderado. Por desgracia, en bastantes ámbitos sociales se ha diseminado
la idea de que hacer deporte o ejercicio físico en general es demasiado
peligroso para cualquier persona que no goce de una salud cardiaca
perfecta. Esta percepción distorsionada del efecto del ejercicio físico
está llevando a bastante gente a desaprovechar la oportunidad que este
tiene de beneficiar a largo plazo su salud cardiaca, tal como subraya el
Dr. Michael Scott Emery, directivo del Consejo de Cardiología Deportiva
y del Ejercicio Físico del ACC.
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