Investigadores de la Universidad de Salamanca han logrado utilizar el virus de la enfermedad de Newcastle (en inglés, Newcastle disease virus o NDV), que afecta a las aves de corral, como agente terapéutico contra células tumorales en experimentos in vitro
y en modelos animales. En el caso de los humanos el virus sólo infecta
las células tumorales, por eso resulta interesante para la
investigación. Los científicos han logrado modificar genéticamente el
NDV para que, una vez en el interior de estas células, active la
proteína FAS, que induce la muerte celular programada o apoptosis. De
esta manera, en experimentos realizados con ratones se ha eliminado el
cáncer sin dañar tejidos sano.
"Aprovechamos que el NDV afecta a
las células tumorales y no a las células sanas", explica a DiCYT Enrique
Villar Ledesma, investigador del Departamento de Bioquímica y Biología
Molecular. Con esta característica, hace ya muchos años que los expertos
intentaron utilizar este virus como oncolítico, es decir, como
destructor de las células tumorales, pero los resultados fueron muy
pobres. Modificar el virus para hacerlo más agresivo era una tarea
demasiado compleja, porque en realidad se desconocen los mecanismos por
los que sólo ataca a las células tumorales en personas, cuando en el
caso de las aves de corral ataca a las sanas. Por este motivo, se
abandonó la idea.
Sin embargo, la Universidad de Salamanca retomó
esta vía de investigación con una nueva idea: introducir el gen de la
proteína FAS, que induce la muerte celular, para ver cómo se comportaría
en los tumores. Los resultados in vitro fueron prometedores,
porque se consiguió activar la apoptosis, el mecanismo que utilizan las
células para autodestruirse cuando detectan alguna anomalía y que en las
células tumorales está suprimido. Ahora, los resultados en ratones
también son prometedores.
"Inyectando células tumorales, hemos
provocado en los ratones carcinoma de colon y melanoma, de manera que
han desarrollado tumores, y al introducir el virus recombinante con la
proteína que induce la muerte celular, desaparecen", indica el
investigador. Por el contrario, en un grupo de control de ratones que
habían desarrollado el cáncer y a los que se les inyectó el NDV sin
modificar, los tumores no remitían.
Además, la investigación ha
dado otros resultados muy interesantes. "A los animales que habían
sobrevivido les inyectamos de nuevo células tumorales, pero no volvieron
a desarrollar el tumor. Es decir, les habíamos provocado una respuesta
inmunológica", destaca Enrique Villar.
En
cualquier caso, el científico advierte de que estos estudios son
preliminares y necesitan perfeccionarse. "Ya sabemos que este virus
recombinante estimula la apoptosis en tiempos muy cortos en los cultivos
celulares y que suprime tumores en los estudios in vivo, pero
desconocemos el mecanismo por el que sucede", reconoce. "Hasta llegar a
los ensayos clínicos todavía queda mucho. Tenemos que saber cuáles son
los mecanismos de la oncólisis en las células y perfeccionar el modelo
animal antes de llegar a los estudios preclínicos", asegura.
El
abordaje del cáncer desde la virología no es original, puesto que varios
grupos de investigación en todo el mundo han apostado por esta vía. Sin
embargo, un aspecto destacable de esta línea de investigación es la
bioseguridad que ofrece trabajar con NDV, ya que se trata de un virus
ARN negativo y en ninguna etapa de su ciclo biológico tiene ADN. Esto
quiere decir que no es posible que se inserte en el genoma humano, un
peligro que sí está presente cuando se trabaja con otros tipo de virus,
según los expertos.
En la actualidad, este equipo del Departamento
de Bioquímica y Biología Molecular está en contacto con el Centro de
Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca para tratar de avanzar en
esta aplicación antitumoral, así como con el Hospital Monte Sinaí de
Nueva York, donde trabaja Adolfo García Sastre, especialista en el virus
de la gripe que se doctoró en Salamanca bajo las órdenes de Enrique
Villar. De hecho, en una investigación anterior, junto al grupo de
investigación neoyorquino, "logramos introducir un gen del virus de la
gripe en el virus de la enfermedad de Newcastle, de manera que
inmunizamos a ratones contra la gripe". Este avance sirvió para
demostrar que se podían insertar genes foráneos en el NDV y que luego el
virus expresaba las correspondientes proteínas. El siguiente paso fue
pensar en el gen de la muerte celular.
Virus NDV |
La
manipulación del genoma del virus en el laboratorio resulta similar en
unos casos y en otros y está basada en los estudios que durante
décadas han realizado los especialistas en virología de la Universidad
de Salamanca, que han logrado aportaciones significativas al
conocimiento de cómo los virus entran en las células e interaccionan con
ellas. "Cuando un virus accede a un organismo procura meterse en una
célula cuanto antes para que el sistema inmune no luche contra él",
señala. Por eso, los científicos tratan de aprovechar terapéuticamente
este hecho, para lo que habitualmente es necesario manipular
genéticamente el virus, algo más complicado cuando se trata de un virus
ARN, es decir, que usa como material genético ácido ribonucleico, que si
es un virus ADN (ácido desoxirribonucleico).
"Introducir la
proteína de muerte celular en el virus NDV es una vía original nuestra",
señala Enrique Villar, que reclama asegurar la financiación para seguir
adelante. "Este proyecto es tan prometedor que si no lo podemos
desarrollar aquí, lo van a hacer en Estados Unidos. Ante la situación de
recortes presupuestarios de la ciencia española, se podría dar la
circunstancia de que después del trabajo realizado durante años las
posibles aplicaciones prácticas o patentes se desarrollen fuera, afirma.
GRACIAS A MIGUEL SOLÍS POR MANDARME EL ENLACE A LA NOTICIA
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