Estudios pioneros patrocinados por el Servicio de Investigación Agrícola
(ARS) y realizados por el genetista molecular Robert A. Waterland están
ayudando a explicar cómo los alimentos consumidos por las mujeres en
los días y las semanas cerca del tiempo de concepción—conocido como 'la
nutrición periconcepcional'—podrían afectar el funcionamiento de algunos
genes en sus niños, y la salud de éstos.
En un estudio previo,
Waterland y sus colaboradores examinaron el funcionamiento de genes en
50 niños sanos viviendo en pueblos rurales en la República de Gambia en
África Occidental. Este estudio ha influido en algunos de los estudios
actuales de Waterland sobre los efectos de nutrición en los mecanismos
de la epigenética. Por ejemplo, estos mecanismos pueden afectar los
niveles en los cuales el proceso bioquímico llamado metilación del ADN
ocurren en regiones de ciertos genes. La metilación del ADN es
imprescindible para el desarrollo de células y para la estabilización de
las funciones de las células.
En
el estudio en África Occidental, Waterland y sus colaboradores
descubrieron que los niveles de la metilación del ADN fueron más altos
en regiones de cinco genes en los niños concebidos durante los meses de
agosto y septiembre en la estación de las lluvias, cuando típicamente
había menos alimentos disponibles para las madres.
Según
Waterland, dos de los cincos genes con niveles más altos de la
metilación del ADN están asociados con el riesgo de enfermedad.
Específicamente, el gen SLITRK1 está asociado con el síndrome de
Tourette, y el gen PAX8 es asociado con el hipertiroidismo.
En un
artículo publicado en la revista científica 'PloS Genetics', los
investigadores atribuyeron la variación en la epigenética a las
diferencias dramáticas en los tipos y las cantidades de alimentos
disponibles en los tres pueblos gambianos incluidos en el estudio.
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