Los
resultados de un nuevo ensayo clínico, el primero de su tipo, indican
que la cantidad de horas dormidas influye de manera significativa en la
funcionalidad de la piel y en su ritmo de envejecimiento. Se ha
comprobado que de entre las mujeres que participaron en el estudio como
sujetos de estudio, aquellas que habían dormido menos de lo necesario
mostraban más signos de envejecimiento de la piel y tenían una
recuperación más lenta ante una acción dañina de la radiación
ultravioleta sobre la piel, y ante otras agresiones ambientales comunes
que ésta sufre.
La investigación se ha realizado en la red de
hospitales de la Universidad Case Western Reserve, con sede en
Cleveland, Ohio, Estados Unidos, y responde a un encargo hecho por la
empresa de productos de belleza y cuidado de la piel Estée Lauder.
El
equipo de la Dra. Elma Baron, directora del Centro de Estudio de la
Piel de la red antes mencionada, y profesora de dermatología en la
Escuela de Medicina de la Universidad Case Western Reserve, ha
demostrado de forma concluyente que dormir menos de lo necesario acarrea
una reducción en la salud de la piel y acelera el envejecimiento de la
misma. Las mujeres que no durmieron lo necesario mostraron signos de
envejecimiento prematuro de la piel, y una reducción significativa en la
capacidad de ésta para recuperarse después de estar expuesta mucho rato
al sol.
Tal como subraya la Dra. Baron, la costumbre de dormir
poco se ha extendido como una epidemia por muchas naciones
industrializadas en las últimas décadas. Aunque el dormir poco de modo
crónico se había relacionado con problemas médicos tales como obesidad,
diabetes, cáncer e inmunodeficiencia, era poco lo que se sabía hasta
ahora acerca de sus efectos sobre la funcionalidad de la piel.
En
el estudio participaron como sujetos de estudio 60 mujeres
premenopáusicas de entre 30 y 49 años, de las cuales la mitad
constituyeron el grupo de las que dormían poco.
El equipo de
investigación encontró diferencias estadísticamente significativas entre
las mujeres que dormían las horas suficientes y las que dormían menos
de lo necesario.
Evaluando
a las mujeres con la escala SCINEXA de puntuación del envejecimiento de
la piel, una escala en la que una puntuación mayor significa una
apariencia más envejecida, se determinó que las mujeres que dormían lo
suficiente tenían 2,2 puntos en promedio, mientras que las mujeres que
dormían menos de lo necesario tenían 4,4 puntos en promedio. El
equipo de investigación también constató que la piel de las mujeres que
dormían lo suficiente se recuperó con mayor eficiencia de las agresiones
ambientales más comunes sufridas por la piel. Por ejemplo, recuperarse
de una quemadura solar era más lento en las mujeres que dormían poco,
con el enrojecimiento de la piel permaneciendo visible en ellas durante
más de 72 horas, indicando ello que la inflamación se resolvía de un
modo menos eficiente que en las mujeres que dormían lo suficiente.
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