Una grupo de fármacos para el tratar el VIH podría tener un efecto secundario beneficioso; según un estudio que se publica en «Science Translational of Medicine»,
los inhibidores nucleósidos de transcriptasa inversa (NRTI), parece ser
eficaces para el tratamiento de enfermedades como la degeneración
macular o la patología del injerto contra huésped, muy frecuente después
de un trasplante. Además, el trabajo señala que estos beneficios
previamente no reconocidos no están relacionados con su habilidad para
bloquear transcripción inversa del VIH, lo que significa que los NRTI
pueden tener un doble uso.
Benjamin Fowler y colegas de la Universidad de Kentucky (EE.UU.)
han analizado los efectos de un fármacos NRT, la estavudina, y han
descubierto que era capaz de prevenir la inflamación causada por un gran
complejo protéinico, conocido como inflamasoma NLRP3. Dicha inflamación
mediada por NLRP3 se desencadena normalmente desencadenada compuestos
que dependen de la transcriptasa inversa para sus ciclos de vida, como
lo hace el VIH, y se ha mostrado que este tipo de inflamación mata las
células de la retina y contribuye a la degeneración macular.
En la investigación se muestra que
los NRTI bloquean la actividad de un canal iónico conocido como P2X7, el
cual a su vez silencia la inflamasoma de NLRP3. Además han visto que el
efecto es propio de todos los NRTI y que era efectivo a la hora de
tratar modelos de ratones de inflamación del hígado, la enfermedad de
injerto contra huésped y dos tipos de degeneración macular relacionada
con la edad.
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