La dieta mediterránea se ha relacionado constantemente con
una serie de beneficios para la salud, incluyendo la disminución del
riesgo de enfermedades crónicas y cáncer. Ahora un equipo de
investigadores del Hospital Brigham y de Mujeres en Boston (EE.UU.), ha descubierto que una mayor adherencia a este tipo de alimentación se asocia con telómeros más largos.
Los telómeros son estructuras en los extremos de los
cromosomas que protegen a las células y se van acortando a medida que el
organismo envejece. El símil más utilizado para explicar cómo actúan
los telómeros es la de los protectores de plástico que se colocan en el
extremo del cordón de los zapatos para evitar que se deshilachen. Los
telómeros, como los plásticos de los cordones, protegen el final de los
cromosomas para evitar su deterioro cuando las células se dividen.
Se cree que los telómeros son importantes ya que su acortamiento se asocia con enfermedades relacionadas con el envejecimiento,
como el cáncer, o patologías cardiovasculares, aunque todavía hoy no
está claro si medir la longitud de los telómeros en humanos pueda
predecir la longevidad humana y la «edad biológica».
Se sabe además que el estrés y la inflamación aceleran el acortamiento de los telómeros y se especula que la adherencia a la dieta mediterránea puede ayudar a amortiguar este recorte de los telómeros. Ahora estos resultados parece llegar a esta conclusión: «nuestros resultados apoyan aún más las ventajas de adherirse a la dieta mediterránea para promover la salud y la longevidad», señala la autora principal del trabajo, Immaculata De Vivo.
Se sabe además que el estrés y la inflamación aceleran el acortamiento de los telómeros y se especula que la adherencia a la dieta mediterránea puede ayudar a amortiguar este recorte de los telómeros. Ahora estos resultados parece llegar a esta conclusión: «nuestros resultados apoyan aún más las ventajas de adherirse a la dieta mediterránea para promover la salud y la longevidad», señala la autora principal del trabajo, Immaculata De Vivo.
Los investigadores han analizado analizaron a 4.676 mujeres sanas que formaban parte del Nurses' Health Study.
A todas ellas se les midió la longitud de sus telómeros y se les hizo
un cuestionario sobre su consumo de alimentos. Y los resultados que una
mayor adherencia a la dieta mediterránea e, incluso, pequeños cambios en
la dieta, se asociaba con telómeros más largos.
«Nuestros resultados demuestran que la alimentación
saludable, en general, se asocia con telómeros más largos. Sin embargo,
la asociación más fuerte se observó entre las mujeres seguían el patrón
mediterráneo», explica la investigadora española Marta Crous-Bou, autora
del trabajo que se publica en «British Medical Journal».
Un dato muy importante del trabajo es que ninguno de los
componentes individuales de la dieta se asoció con la longitud de los
telómeros, lo que subraya la importancia de examinar los hábitos
alimentarios en conjunto.
«Hasta donde sabemos, este es el
mayor estudio poblacional que ha abordado específicamente la asociación
entre la adherencia a la dieta mediterránea y la longitud de los
telómeros en mujeres sanas de mediana edad –escriben los
investigadores en un comunicado-. Nuestros resultados apoyan más los
beneficios del patrón mediterráneo para la promoción de la salud y la
longevidad».
Una dieta mediterránea, añade Peter Nilsson en un editorial que acompaña al trabajo del «BMJ»,
es la «piedra angular» para la prevención de las enfermedades
cardiovasculares a través de la dieta. Según Nilsson, profesor de la Universidad de Lund (Suecia), el hecho de que también se vincule con un biomarcador de envejecimiento más lento resulta «tranquilizador».
Para el futuro sugiere un análisis en profundidad de los
genéticos de fondo, que probablemente podría explicar parte de la
variación en la relación entre los hábitos alimentarios y la longitud
del telómero, y que los futuros estudios «tengan en cuenta la
posibilidad de interacciones entre los genes, la dieta y el sexo».
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