La partenogénesis es una forma de reproducción asexual en la que óvulos
no fecundados comienzan a desarrollarse como si hubieran sido
fecundados. Se produce de modo natural en muchas plantas y en ciertos
invertebrados (algunas abejas, escorpiones, avispas parásitas) y
vertebrados (algunos peces, reptiles y anfibios), pero no se produce de
forma natural en los mamíferos.
En 2007, unos investigadores
consiguieron inducir químicamente en óvulos humanos la partenogénesis.
El sistema obtenido por partenogénesis tiene propiedades similares a las
de un embrión, pero no puede continuar adelante con su desarrollo.
En
una nueva investigación, llevada a cabo por el equipo de Wolfram
Zimmerman y sus colegas de la Universidad Georg-August en Gotinga,
Alemania, se ha demostrado ahora que las células del sistema obtenido
por partenogénesis funcionan como células madre embrionarias, y
mantienen la capacidad de convertirse en diferentes tipos de tejidos.
Además,
los autores de este nuevo estudio usaron células madre obtenidas por
partenogénesis para crear cardiomiocitos y músculo cardiaco (miocardio)
que exhibía las propiedades estructurales y funcionales del miocardio
normal.
El miocardio así obtenido pudo ser utilizado para ser
injertado en las ratonas que habían aportado los óvulos para la
partenogénesis.
Los resultados de esta investigación demuestran
por tanto que las células madre obtenidas por partenogénesis se pueden
utilizar para la ingeniería de tejidos.
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