Desde hace años se piensa que las células madre podrán curar enfermedades regenerando órganos
dañados por el alzhéimer, la diabetes o los infartos. Por ahora esos
objetivos siguen sin ser posibles, pero un estudio aporta hoy uno de los
primeros ejemplos de cómo las células madre pueden revertir una
enfermedad incurable.
En EE UU, un trasplante con células madre embrionarias, capaces de
convertirse en cualquier tejido del cuerpo, ha devuelto la visión a
personas ciegas. También ha mejorado la vista de pacientes que tenían
una vida limitada por tener serias discapacidades visuales. En total se
ha tratado a 18 pacientes que sufrían dos enfermedades de la retina,
ambas incurables, y que son la causa más común de ceguera entre jóvenes y
adultos en los países desarrollados. Solo la segunda dolencia afecta a
unos 40 millones de personas en todo el mundo. Aunque no todos los
pacientes se han beneficiado del tratamiento, la mayoría de casos ha
mejorado su visión, en algunos de ellos, de forma espectacular.
"Uno de los pacientes era un criador de caballos de 75 años que era ciego del ojo tratado", explica a Materia Robert Lanza,
jefe científico de Advanced Cell Technology (ACT), la empresa
estadounidense que ha financiado el estudio. Un mes después del
tratamiento, su visión había mejorado tanto que pudo volver a montar a
caballo e incluso divisar un alambre de espino que había en su camino y
que podría haberle tirado del animal, explica. Técnicamente, el ojo
tratado había pasado de ser ciego a tener una agudeza visual de 20/40,
es decir, suficiente para conducir y equivalente a un 50% de la
capacidad total.
Un ranchero ciego de un ojo ha podido montar a caballo de nuevo y ver obstáculos gracias al trasplante
"Otros pacientes también declaran mejoras sorprendentes" tras haber
recibido el trasplante y ahora pueden hacer "pequeñas cosas" que antes
les eran imposibles como ver qué hora es en su reloj, usar un ordenador o
coger un avión, asegura Lanza, que también es profesor adjunto de la
Universidad Wake Forest. "Otra de nuestras pacientes se despertó una
mañana y, al abrir los ojos, vio por primera vez que los muebles de su
dormitorio estaban adornados con un relieve que nunca antes había podido
observar", ilustra este médico que lleva décadas buscando este tipo de
terapias biotecnológicas.
El potencial de las células madre para la medicina no es nuevo. Hace
más de 30 años que se habla de usarlas para remendar corazones
infartados, hígados diabéticos, cerebros asediados por ictus, párkinson,
alzhéimer... Hacerlo realidad ha resultado ser mucho más difícil,
primero por la posibilidad de rechazo y tumores, luego por el alto
número de células madre necesarias para tratar todo un órgano y también
por la polémica que generan las células madre y las restricciones
políticas a su uso que se han impuesto en países como EE UU.
Poco a poco, todos esos obstáculos se están salvando. Hace unas semanas, una paciente recibió en Japón el primer trasplante experimental con células madre reprogramadas,
también para tratar problemas de visión. Ahora Lanza, junto a un equipo
de especialistas de cinco centros oftalmológicos de universidades como
la de Harvard o la de California, publica hoy en The Lancet los resultados de tres años de seguimiento
de sus pacientes trasplantados. El trabajo muestra que la operación no
ha causado efectos secundarios graves, ni tumores, ni rechazo.
Otros pacientes han logrado, tras la intervención, ver qué hora es, usar un ordenador o coger un avión
El ensayo se centró en regenerar células de la retina, la parte
interna del ojo donde se proyectan las imágenes. Los pacientes sufrían
dos tipos de lesiones que, bien por causas hereditarias (enfermedad de
Stargardt), bien por el deterioro asociado a la edad (degeneración
macular), estaban perdiendo unas células claves para que el ojo capte la
luz, forme una imagen y la mande al cerebro en forma de impulso
nervioso.
Para reemplazar las células perdidas, el equipo tomó células madre de
embriones y las convirtió en epitelio pigmentario retinal, el tipo de
células que estaban provocando los problemas de visión de los pacientes.
A todos ellos se les inyectaron las células en la retina del ojo con el
que peor veían, mientras el otro no recibió tratamiento. De los 18
pacientes tratados, 10 experimentaron mejoras sustantivas en la visión,
siete mejoraron moderadamente o quedaron estables y uno sufrió pérdida
de visión. Los ojos no tratados no mejoraron, lo que refuerza las
pruebas de que el trasplante funciona, según el estudio.
Fuente: El País
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