Un nuevo fármaco que estimula el crecimiento de los nervios
ha demostrado ser capaz de recuperar el movimiento y el control de la
vejiga en un grupo de ratas con lesión de la médula espinal. El estudio,
que se publica en «Nature», aporta nueva
información sobre los mecanismos que impiden el crecimiento nervioso y
puede ayudar al desarrollo de nuevas terapias para la reparación de la
médula espinal. «Estamos entusiasmados ante la posibilidad de que
millones de personas podrían, un día, recuperar su capacidad de
movimiento perdida tras una lesión de la médula espinal», señaló Jerry
Silver, de la Case Western Reserve University School of Medicine de Cleveland (EE.UU.).
Después de la lesión de la médula espinal, los axones
(nervios) tratan de cruzar la zona de la lesión y volver a conectarse
con otras células, pero son obstaculizados por el tejido de
cicatrización que se forma después de la lesión. Estudios previos han
sugerido que los movimientos se bloquean cuando la proteína tirosina
fosfatasa sigma (sigma PTP), un enzima que se encuentra en los axones,
interactúa con una clase de proteínas azucaradas que llenan las
cicatrices (proteoglicanos de sulfato de condroitina). Ahora este equipo
ha diseñado un medicamento, llamado ISP, que bloquea dicha enzima y facilita la entrada del medicamento en el cerebro y en la médula espinal.
Y los investigadores demostraron que en las ratas paralizadas, a las
que se inyectó el medicamento bajo la piel, se produjo una restauración
del crecimiento axonal, lo que se acompañó una mejora en los movimientos
y en la función de la vejiga.
Entender por qué los nervios no pueden volver a crecer
después de la lesión de la médula espinal es un importante requisito
previo para el desarrollo de tratamientos eficaces para las personas con
lesión medular. Existen otros tratamientos, como los trasplantes de
células madre, que están investigándose, pero esta nueva aproximación
resulta muy atractiva ya que ofrece un método no invasivo de estimular la reparación de la médula espinal.
Todo este proceso parte de una corazonada del investigador
Bradley Lang, a quien se le ocurrió la idea de diseñar un medicamento
que ayudara a los axones a regenerarse sin tener que tocar la
cicatrización de la médula espinal. «Actualmente no hay terapias
farmacológicas disponibles que mejoren la recuperación natural de las
lesiones de la médula espinal de los pacientes», reconoce en un
comunicado Lyn Jakeman, director del programa en el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares del NIH. «Es un gran paso hacia la identificación de un nuevo agente que sirva para ayudar a las personas a recuperarse».
Ahora bien, los autores advierten que el fármaco no generó axones de la médula espinal,
que se sabe que controlan los movimientos para atravesar la cicatriz y
volver a conectar con las neuronas del cerebro por encima de la zona de
la lesión. Los investigadores creen que esto significa que lo que ayudó
en la recuperación de los animales fue el aumento de la señal enviada
por los pocos axones intactos
El fármaco permite a los axones atravesar la barrera impenetrable del tejido cicatricial tras una lesión medular |
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