Según los datos de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), a día de hoy conviven en todo el mundo en torno a 130-150
millones de personas infectadas por el virus de la hepatitis C. Una
infección que solo en nuestro país afecta a más de 800.000 personas y
que, si bien asintomática en sus primeras fases, resulta mortal en caso
de no ser tratada. Y una infección que, según concluye un estudio
llevado a cabo por investigadores de la Universidad Médica China de Taichung (Taiwán), incrementa significativamente el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson.
Como explica Chia-Hung Kao, director de esta investigación publicada en la revista «Neurology», «a día de hoy se han identificado numerosos factores, incluidos los ambientales, que juegan un papel en el desarrollo del párkinson. Y según sugieren nuestros resultados, la hepatitis causada específicamente por el virus de la hepatitis C aumenta el riesgo de desarrollar esta enfermedad».El estudio fue llevado a cabo con 199.868 participantes sin hepatitis y 49.697 personas con hepatitis –el 71% infectados por el virus de la hepatitis B; el 21% por el virus de la hepatitis C; y el 8% por ambos virus, B y C–. Y durante los 12 años de seguimiento, un total de 1.060 participantes sin hepatitis y 270 pacientes de hepatitis –120 de los mismos con hepatitis C– desarrollaron la enfermedad de Parkinson.
El análisis de los resultados mostró que, comparados frente a aquellas personas sin hepatitis, los pacientes con hepatitis C tenían un riesgo hasta un 30% mayor de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Un riesgo, además, que resultó independiente de otros factores como la edad, el sexo y la presencia de diabetes o cirrosis.
Es más; los resultados también mostraron que la infección por el virus de la hepatitis C no conllevó una mayor probabilidad de padecer párkinson. De hecho, los pacientes infectados por ambos virus –B y C– tuvieron un riesgo similar al de la población sin hepatitis.
Como explica Chia-Hung Kao, director de esta investigación publicada en la revista «Neurology», «a día de hoy se han identificado numerosos factores, incluidos los ambientales, que juegan un papel en el desarrollo del párkinson. Y según sugieren nuestros resultados, la hepatitis causada específicamente por el virus de la hepatitis C aumenta el riesgo de desarrollar esta enfermedad».El estudio fue llevado a cabo con 199.868 participantes sin hepatitis y 49.697 personas con hepatitis –el 71% infectados por el virus de la hepatitis B; el 21% por el virus de la hepatitis C; y el 8% por ambos virus, B y C–. Y durante los 12 años de seguimiento, un total de 1.060 participantes sin hepatitis y 270 pacientes de hepatitis –120 de los mismos con hepatitis C– desarrollaron la enfermedad de Parkinson.
El análisis de los resultados mostró que, comparados frente a aquellas personas sin hepatitis, los pacientes con hepatitis C tenían un riesgo hasta un 30% mayor de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Un riesgo, además, que resultó independiente de otros factores como la edad, el sexo y la presencia de diabetes o cirrosis.
Es más; los resultados también mostraron que la infección por el virus de la hepatitis C no conllevó una mayor probabilidad de padecer párkinson. De hecho, los pacientes infectados por ambos virus –B y C– tuvieron un riesgo similar al de la población sin hepatitis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario