La septicemia es una infección grave y potencialmente mortal que empeora de forma muy rápida y que puede surgir de infecciones en todo el cuerpo, entre ellas, infecciones en los pulmones, el abdomen y las vías urinarias
Hoy en día, para saber si alguien tiene septicemia, se extrae una muestra de sangre y se envía a analizar a un laboratorio. Esto consume un tiempo valioso, que podría costarle la vida al paciente. En el futuro, los médicos podrán analizar la sangre en su consulta y obtener los resultados en unos veinte minutos. Todo lo que el médico tendrá que hacer es colocar la muestra en el aparato y esperar los resultados.
Esto es posible gracias a un biochip, desarrollado por el equipo de Albrecht Brandenburg y Manuel Kemmler en el Instituto Fraunhofer para Técnicas de Medición Física en Friburgo, Alemania. Cuando los pacientes sufren de septicemia, su sistema inmunitario reacciona produciendo ciertas proteínas. El biochip las usa en su diagnóstico. Hay anticuerpos en el chip que se adhieren específicamente a estas proteínas. Si estas proteínas están presentes en la sangre, los anticuerpos las sacan del fluido en cantidades significativas y las adhieren al chip. Cuando el sensor se ilumina, es que esas proteínas delatadoras están presentes en la sangre. Sin embargo, si el paciente está sano, el sensor no se ilumina. Los investigadores pueden incluso verificar la presencia de diferentes proteínas de manera simultánea en el mismo ciclo. Esto se realiza colocando varias moléculas receptoras diferentes en el chip, a las cuales se adherirán moléculas específicas de la sangre. Una selección de marcadores demostrados de proteínas permite a los especialistas obtener información adicional importante sobre la gravedad y la causa de la enfermedad.
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