El hallazgo recién anunciado de que las células madre
extraídas de dientes pueden desarrollarse y diferenciarse hasta dar
lugar a células que presentan apariencias muy similares a las de células
cerebrales sugiere que podrían ser utilizadas algún día en el cerebro
como terapia para los daños causados por derrames cerebrales.
El
descubrimiento lo ha hecho el equipo de la Dra. Kylie Ellis, del Centro
de Investigación en Células Madre, adscrito a la Universidad de Adelaida
en Australia. En esta línea de investigación, se ha constatado que a
partir de esas células madre es posible obtener células muy similares a
neuronas y que además forman redes complejas mediante interconexiones
entre ellas. Aunque estas células aún no son neuronas perfectas, los
investigadores creen que es sólo cuestión de tiempo y de condiciones
adecuadas que ello se produzca.
Las opciones de tratamiento
disponibles para las numerosas personas que sufren los efectos de
derrames cerebrales son limitadas. El principal tratamiento
farmacológico disponible debe ser administrado en las primeras horas
tras el infarto cerebral, y los pacientes no siempre lo reciben a
tiempo. Por otra parte, algunos daños son difíciles o imposibles de
reparar solo mediante medicamentos.
A
la izquierda, una de las células similares a neuronas normales,
obtenidas de células madre de pulpa dental a través de un proceso de
inducción. A la derecha, estas células parecidas a las cerebrales son
capaces de formar redes complejas entre ellas
Poder utilizar las propias células madre del paciente para una
terapia cerebral adaptada a la persona y a su caso particular presenta
muchas ventajas, incluyendo la de que no se generan los problemas de
rechazo asociados habitualmente con otras terapias que pasan por
injertar tejidos extraños en el cuerpo. Otra ventaja es que una terapia
basada en células madre tomadas de dientes, específicamente de la pulpa
dental (tejido del interior del diente), podría proporcionar una opción
de tratamiento factible meses o incluso años después de que haya
ocurrido el derrame.
La obtención de células cerebrales a partir
de las de pulpa dental se consigue proporcionando un entorno para las
células que sea lo más parecido posible al del cerebro normal, de manera
que en vez de convertirse en células para los dientes se conviertan en
células cerebrales.
Los primeros resultados con esta técnica
experimental no han proporcionado células idénticas a las neuronas
normales, pero las nuevas células comparten propiedades muy similares a
las de éstas. También forman redes complejas y se comunican a través de
una actividad eléctrica simple, como podríamos observar entre cualquier
conjunto corriente de células de un cerebro en desarrollo.
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