Investigadores
de la Universidad de Texas Southwestern acaban de revelar una función
inesperada en un ARN no codificante, al identificar la participación de
una de estas moléculas en la regulación de la estabilidad genómica.
El
objetivo inicial de los investigadores era identificar fragmentos
largos de ARNs no codificante –el ARN que no se traduce en proteínas –
implicados en la respuesta a daños en el ADN. Durante el rastreo
encontraron un ARN no caracterizado previamente, con un elevado grado de
conservación, que se expresaba de forma abundante en tejidos y células
humanos, por lo que decidieron estudiar su función.
A partir de
experimentos en los que evaluaron las consecuencias de la ausencia del
ARN, denominado NORAD (de ARN no codificante activado por daños en el
ADN, en sus siglas en inglés), el equipo determinó que este ARN estaba
relacionado con el mantenimiento de la estabilidad del genoma. La
pérdida de NORAD funcional daba lugar a una inestabilidad de los
cromosomas y alteración en su número en la célula, algo esencial no sólo
para el correcto funcionamiento de la célula sino también para la
correcta transmisión de la información hereditaria tras las sucesivas
divisiones.
El siguiente paso de los investigadores fue descubrir
cómo ejerce NORAD su función. El análisis de su secuencia indicaba que
podía ser capaz de ensamblar un complejo formado por
ribonucleoproteínas, en el citoplasma, con funciones diversas. Así, a
continuación, investigaron qué otras proteínas podrían formar parte del
complejo. De este modo descubrieron que NORAD secuestra a las proteínas
PUMILIO, encargadas de reprimir el programa de expresión de genes
relacionados con la actividad mitótica y la reparación del ADN. Cuando
NORAD no está presente para reprimir la actividad de PUM1 y PUM2, estas
proteínas impiden la acción de diversos factores de replicación del ADN,
elementos de reparación del ADN y otros factores necesarios para la
división celular, lo que da lugar a inestabilidad cromosómica y
alteraciones en su número. “Esta es una función completamente nueva para
un ARN no codificante y podría tener implicaciones en la biología del
cáncer, puesto que la inestabilidad genómica es una de las
características principales de las células tumorales,” manifiesta Joshua
Mendel, profesor en la Universidad Texas Southwestern e investigador en
el Howard Hughes Medical Institute.
Los investigadores
consideran que NORAD podría tener otros papeles dentro de la respuesta
celular al estrés y apuntan a diferentes futuros temas de estudio de
este ARN no codificante, como por ejemplo, cómo influye NORAD en las
diferentes rutas de respuesta al estrés o cómo interviene en condiciones
fisiológicas normales y patológicas.
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