El gen BRCA, además del cáncer de mama, también puede ser una diana farmacológica para el cáncer de próstata. El fármaco olaparib -el
primer medicamento que se dirige a mutaciones hereditarias- parece ser
eficaz en cáncer de próstata y podría sumarse así al arsenal terapéutico
disponible para este tumor masculino
Olaparib es
un medicamento aprobado para el cáncer de ovario con mutaciones BRCA,
pero según esta nueva investigación también podría beneficiar a los
hombres con defectos genómicos dentro de sus tumores.
El trabajo presentado durante la Asociación Americana de Investigación del Cáncer (AACR) muestra que
hasta el 30% de los hombres con cáncer de próstata avanzado tenían
tumores con defectos en la reparación del ADN y que respondieron bien a
olaparib. Y los que tenían mayor probabilidad de beneficiarse
podrían ser identificados mediante pruebas genéticas diseñados para
buscar mutaciones en genes responsables de la reparación del ADN, como
los genes BRCA.
Este ensayo en fase II, dirigido por investigadores del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres y el Royal Marsden NHS Foundation Trust (Reino
Unido), ha analizado la respuesta de 49 hombres con cáncer de próstata
avanzado resistente a un tratamiento con olaparib, y 16 (32,7%)
respondieron al fármaco.
Los resultados mostraron que olaparib detenía el crecimiento del cáncer de próstata, provocando caídas en los niveles de antígeno prostático específico (PSA) y en la circulación de los recuentos de células tumorales en la sangre. Además, vieron que la tasa de respuesta era mucho mayor en los pacientes cuyos tumores portaban mutaciones de genes implicados en la reparación del ADN. De hecho, de los 16 pacientes con estas mutaciones detectables, 14 respondieron a olaparib. La mayoría de ellos, todos tenían cáncer de próstata terminal con opciones de tratamiento limitadas, controlaron la enfermedad mucho más tiempo de lo esperado.
Los resultados mostraron que olaparib detenía el crecimiento del cáncer de próstata, provocando caídas en los niveles de antígeno prostático específico (PSA) y en la circulación de los recuentos de células tumorales en la sangre. Además, vieron que la tasa de respuesta era mucho mayor en los pacientes cuyos tumores portaban mutaciones de genes implicados en la reparación del ADN. De hecho, de los 16 pacientes con estas mutaciones detectables, 14 respondieron a olaparib. La mayoría de ellos, todos tenían cáncer de próstata terminal con opciones de tratamiento limitadas, controlaron la enfermedad mucho más tiempo de lo esperado.
Los expertos explicaron que estos resultados permiten una
segunda fase del estudio, esta vez sólo en hombres con mutaciones de
reparación del ADN detectables. Si los resultados se replican, olaparib
podría convertirse en una opción de tratamiento en el cáncer de próstata
avanzado.
En este sentido, Johann de Bono, del Instituto de Investigación del Cáncer, de Londres, señala que «olaparib es efectivo en hombres con defectos en los genes de reparación del ADN que no necesariamente tienen un riesgo hereditario de cáncer». Esta información ,a añade «abre una emocionante posibilidad de ofrecer un tratamiento preciso para los pacientes con cáncer de próstata avanzado basado en las pruebas genómicas y en las características moleculares particulares de los tumores de los pacientes ».
En este sentido, Johann de Bono, del Instituto de Investigación del Cáncer, de Londres, señala que «olaparib es efectivo en hombres con defectos en los genes de reparación del ADN que no necesariamente tienen un riesgo hereditario de cáncer». Esta información ,a añade «abre una emocionante posibilidad de ofrecer un tratamiento preciso para los pacientes con cáncer de próstata avanzado basado en las pruebas genómicas y en las características moleculares particulares de los tumores de los pacientes ».
El ensayo también es interesante porque demuestra que los
inhibidores de PARP pueden ser eficaces en un amplio grupo de pacientes,
tanto varones como mujeres, con mutaciones en sus tumores.
«En los últimos años hemos visto una mejora significativa
en la esperanza y la calidad de vida en los pacientes con cánceres de
próstata más. Y gracias a los ensayos clínicos, como éste, olaparib
podría ser el próximo fármaco para añadir a los ya disponibles», opina
Emma Hall, del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres.
Fuente: ABC
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