Tras sufrir una fractura ósea o la implantación de una prótesis de
cadera, es vital para la recuperación de la persona que se forme
suficiente tejido óseo en la zona afectada. Sin embargo, el ritmo de
formación puede ser muy lento, un hecho habitual en personas mayores.
Además del problema de la lentitud, puede presentarse el de que las
células madre, en vez de dar lugar a todas las células óseas necesarias y
así formar todo el tejido óseo requerido, den lugar a células de grasa.
El equipo de la Dra. Janet Rubin, de la Universidad de Carolina del
Norte (UNC) en Chapel Hill, Estados Unidos, puede haber encontrado una
forma de inclinar la balanza a favor de la formación de hueso. La Dra.
Rubin y sus colegas utilizaron citocalasina D, una sustancia que se
produce de forma natural y que se encuentra en el moho, como un
intermediario para alterar la expresión genética en los núcleos de
células madre mesenquimales, a fin de forzarlas a convertirse en
osteoblastos (células óseas).
Al tratar con citocalasina D a las células madre que se pueden
convertir en células de grasa o de hueso, el resultado fue claro: dichas
células madre se convirtieron en células óseas. Además, inyectando una
pequeña cantidad de citocalasina D en el espacio de la médula ósea de
ratones se provocó la formación rápida de hueso. Los datos y las
imágenes son muy claros al respecto; tal como dice la Dra. Rubin, no
hace falta ser un experto en huesos para apreciar lo que hace la
citocalasina D en un ratón en el plazo de una semana.
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