Muchos agricultores se ven limitados por las estaciones del año, pero lo descubierto por estos científicos acerca del ritmo circadiano vegetal, el cual controla funciones básicas como la fotosíntesis y la floración, hace factible la posibilidad de hallar un modo de modificar genéticamente especies agrícolas para que puedan crecer en más estaciones y lugares que en la actualidad.
El reloj circadiano es el cronómetro interno presente en casi todos los organismos que ayuda a sincronizar los procesos biológicos con el día y con la noche. En los vegetales, este reloj es crucial para regular, según la hora del día y la estación del año, el crecimiento y otras funciones.
Se puede decir que el reloj funciona a través de la relación de cooperación entre los genes "matutinos" y los genes "del atardecer". Las proteínas codificadas por los genes matutinos bloquean a los genes del atardecer cuando amanece, pero al caer la noche los niveles de estas proteínas descienden y los genes del ocaso se activan de nuevo. Curiosamente, estos genes del crepúsculo son necesarios para activar a los genes matutinos y completar así el ciclo de 24 horas.
El reloj circadiano es el cronómetro interno presente en casi todos los organismos que ayuda a sincronizar los procesos biológicos con el día y con la noche. En los vegetales, este reloj es crucial para regular, según la hora del día y la estación del año, el crecimiento y otras funciones.
Se puede decir que el reloj funciona a través de la relación de cooperación entre los genes "matutinos" y los genes "del atardecer". Las proteínas codificadas por los genes matutinos bloquean a los genes del atardecer cuando amanece, pero al caer la noche los niveles de estas proteínas descienden y los genes del ocaso se activan de nuevo. Curiosamente, estos genes del crepúsculo son necesarios para activar a los genes matutinos y completar así el ciclo de 24 horas.
En la nueva investigación, llevada a cabo por el equipo de Xing Wang Deng (profesor de Biología Molecular, Celular y del Desarrollo, en la Universidad de Yale), y On Sun Lau (ahora en la Universidad de Stanford), se ha logrado aclarar uno de los últimos misterios que seguían sin resolver en este proceso: Estos investigadores han identificado el gen DET1 como crucial para ayudar a suprimir la expresión de los genes del ocaso en el ciclo circadiano.
Las plantas que producen menos DET1 tienen un reloj más rápido y tardan menos tiempo en florecer. Conocer los componentes del reloj circadiano de los vegetales y sus funciones servirá para ayudar a seleccionar o a generar características valiosas en los vegetales de cultivo agrícola, algo de la máxima importancia ante la cantidad cada vez mayor de seres humanos que pueblan la Tierra y a los que hay que alimentar.
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