Unos investigadores han mostrado que las células de un grupo 
selecto del sistema inmunitario en pacientes con leucemia pueden ser 
multiplicadas en el laboratorio, creando un ejército de células asesinas
 naturales que puedan ser usadas para destruir células cancerosas. Los 
resultados de su estudio in vitro hacen pensar que esta nueva técnica 
podría algún día proporcionar una forma menos tóxica y más efectiva de 
batallar contra este cáncer en niños.
La leucemia linfoblástica aguda es el cáncer más habitual en la 
niñez. Esta enfermedad dificulta el desarrollo de los glóbulos 
sanguíneos sanos mientras que las células cancerosas proliferan. 
Actualmente, los niños con leucemia linfoblástica aguda reciben 
quimioterapia durante dos o tres años, lo cual les expone a efectos 
secundarios importantes, incluyendo cambios en el desarrollo normal y en
 su fertilidad futura.
Como una forma de evitar estos efectos adversos, los investigadores 
han estado buscando un modo idóneo de amplificar la habilidad innata del
 cuerpo para luchar contra el cáncer, una estrategia terapéutica 
conocida como inmunoterapia. Una rama del sistema inmunitario, y un 
posible componente de la inmunoterapia, incluye una clase de células 
llamadas células asesinas naturales (células NK, por sus siglas en 
inglés), conocidas también como células citolíticas naturales. Estos 
glóbulos blancos especializados patrullan por el cuerpo y destruyen las 
células anormales antes de que se vuelvan cancerosas.
Usar células NK como inmunoterapia supone una serie de retos. Si las 
células proceden de un donante, el sistema inmunitario del paciente 
podría rechazarlas o, peor, ser atacado por estas, en una enfermedad en 
la cual las células del donante consideran al cuerpo del paciente como 
extraño y lo atacan. Para evitar estos problemas, el equipo de la 
investigadora Nora Heisterkamp, del Hospital Pediátrico de Los Ángeles 
(Children’s Hospital Los Angeles), adscrito a la Universidad del Sur de 
California, y sus colegas de esta entidad y del Centro Oncológico M.D. 
Anderson (llamado así en honor de Monroe Dunaway Anderson) dependiente 
de la Universidad de Texas, todas estas instituciones en Estados Unidos,
 se preguntaron si podrían reclutar la ayuda de las propias células NK 
de los pacientes, o autólogas. Usando células autólogas se eliminarían 
los riesgos asociados a las células de un donante.
Para ayudar a que las células NK identifiquen su diana como células 
de leucemia, los investigadores añadieron también un anticuerpo 
monoclonal. Los anticuerpos están normalmente hechos por células del 
sistema inmunitario como un modo de identificar y neutralizar material 
extraño. Los investigadores pueden diseñar y producir unos anticuerpos, 
concretamente los anticuerpos monoclonales, que tienen como blancos 
específicos de ataque a ciertas proteínas como las que se encuentran en 
las células cancerosas.
El uso de células autólogas se enfrentaba, sin embargo, a otros 
obstáculos potenciales. ¿Sería posible multiplicar lo suficiente células
 NK de pacientes con leucemia, a pesar de que estos tuvieran una 
cantidad inicial muy pequeña de ellas? En caso de lograrse, ¿podrían 
estas células NK de los pacientes atacar a las de su leucemia y ganar la
 batalla?
En sus experimentos, el equipo de investigación utilizó células NK y 
células de leucemia linfoblástica aguda, en ambos casos de los mismos 
pacientes pediátricos. Y ha comprobado que las células asesinas 
naturales autólogas son capaces de destruir las células de leucemia del 
paciente.

No hay comentarios:
Publicar un comentario