No siempre es fácil diagnosticar la enfermedad que sufre un recién 
nacido que, inmediatamente después de nacer, tiene que ser ingresado en 
una unidad de cuidados intensivos. Hasta un tercio de los bebés 
hospitalizados en estos servicios tienen enfermedades genéticas, pero 
puede ser complicado dar con ella. Y sin saber cual es la patología, 
difícilmente se puede administrar el tratamiento adecuado, lo que es 
especialmente grave en pacientes cuya situación es muy delicada y hay 
que tomar decisiones rápidas sobre la terapia adecuada a administrar.
A estos casos se dirige un estudio publicado en Science Translational Medicine.
 Investigadores del Hospital Infantil Mercy, en Kansas (EE UU), han 
empleado una tecnología que permite la secuenciación completa del genoma
 de los pacientes a partir de una muestra de sangre en 50 horas, un 
plazo bastante más corto que el que ofrecen los equipos convencionales 
(varias semanas).
Hasta un tercio de los bebés hospitalizados en las unidades de cuidados intensivos tienen enfermedades genéticas
Los científicos usaron un equipo de secuenciación de alta velocidad 
para rastrear el ADN de los pacientes. Dos programas informáticos 
desarrollados por el propio hospital sirvieron para interpretar toda la 
información obtenida e identificar las enfermedades que padecían. 
Analizaron a cuatro niños gravemente enfermos ingresados en el centro 
estadounidense. De ellos, en tres casos se identificó la patología que 
sufrían, lo que permitió a los doctores darles la opción terapéutica más
 adecuada. Uno padecía una rara malformación cardíaca, otro una forma 
muy poco frecuente de epilepsia y el tercero una enfermedad mortal de la
 piel. Pese a ello, de los cuatro niños, solo uno sigue vivo.
De momento, las plataformas informáticas desarrolladas por el equipo 
de medicina genómica del hospital infantil Mercy permiten identificar 
600 enfermedades, aunque ya se han marcado el objetivo de alcanzar las 
3.500 patologías monogénicas (causadas por un único gen) conocidas hasta
 el momento que se podrían rastrear. 
Según Stephen Kingsmore, director del Centro de Medicina Genómica 
Pediátrica en Mercy con la interpretación del  genoma en dos días, "los 
médicos pueden hacer un uso práctico de los resultados de diagnóstico 
para adaptar los tratamientos a los lactantes y los niños de forma 
rápida". Llegar a un diagnóstico preciso rápidamente, añade, "puede 
ayudar a acortar la hospitalización y reducir los costos y el estrés a 
las familias".
Las enfermedades genéticas representan el 15% de las 
hospitalizaciones infantiles. Existen tratamientos disponibles para más 
de 500 enfermedades genéticas y, en cerca de 70 de ellas, como la 
enfermedad de Pompe y la enfermedad de Krabbe, la iniciación de la 
terapia en los recién nacidos puede ayudar a prevenir discapacidades y 
enfermedades.
Fuente: El País 

No hay comentarios:
Publicar un comentario