La activación de un tipo único de neuronas en la corteza prefrontal
puede estimular a un ratón para comer más. Este hallazgo podría ser
crucial para ayudar a identificar a un mecanismo que en el cerebro
humano se ocupa de regular la ingesta de alimentos.
La decisión
de comer es fundamental para la supervivencia de un animal y se regula,
en parte, por procesos metabólicos evolutivamente antiguos que son
compartidos por muchas especies animales. Los científicos han sospechado
que la corteza prefrontal, que en los humanos está involucrada en la
toma de decisiones de orden superior, puede también estar involucrada en
la regulación de la conducta alimentaria, pero hasta ahora no se sabía
con certeza de qué modo.
El equipo de Ralph DiLeone y Benjamin B.
Land, de la Universidad Yale en New Haven, Connecticut, Estados Unidos,
ha comprobado ahora que al activar, en la corteza prefrontal de los
ratones, las neuronas que poseen el receptor de dopamina D1, se provoca
que estos animales coman más. La inhibición de esas neuronas tiene el
efecto contrario: Los ratones se alimentan menos.
Los resultados de la
investigación también sugieren que esta vía de señalización de la
dopamina, se entrecruza con otras áreas del cerebro, como la amígdala, a
la que desde hace tiempo se la relaciona con las reacciones emocionales
y con el miedo. Los hallazgos sugieren que la conducta alimentaria
puede ser regulada en buena parte en este cruce entre las áreas
cerebrales encargadas de la toma de decisiones, y las regiones
cerebrales más primitivas.
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