El colesterol elevado no solo puede perjudicar la salud
cardiovascular sino, que según los últimos datos de una investigación
realizada en EE.UU. puede ser una de las causas de infertilidad en
muchas parejas. El trabajo, que se publica en «Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism», confirma el papel «anticonceptivo»
del colesterol. Los resultados muestran que aquellas parejas cuyos dos
miembros tienen hipercolesterolemia o colesterol elevado tardaban más en
quedarse embarazadas que aquellas con cifras de colesterol normales; y
lo mismo ocurría cuando sólo era la mujer la que tenía las cifras de
colesterol elevadas, aunque su pareja no las tuviera.
«Además de aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular,
nuestros hallazgos sugieren que el colesterol puede contribuir a la
infertilidad», señala uno de los autores del estudio, Enrique F.
Schisterman, de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU.,
MD. «Nuestros resultados sugieren que los futuros padres y madres
deberían revisar sus cifras de colesterol para asegurar optimizar su
fertilidad». Lo cierto es que desde hace tiempo se sospechaba del papel
de la hipercolesterolemia en la fertilidad, pero estos datos parecen
confirmarlo definitivamente. De hecho, afirma el investigador, este «el
primer estudio que ha visto que el colesterol es importante en la
fertilidad, independientemente de otros factores, como la edad, peso,
raza, educación, etc.».
El colesterol es una molécula básica que está implicada en
los niveles hormonales, fundamental tanto en el hombre como en la mujer,
para la concepción. Por eso pensamos que podía haber esta relación,
señala Schisterman.
El trabajo ha analizado a un grupo de parejas, 501 en
total, que estaban tratando de concebir un hijo y que no recibían
terapias para la infertilidad y que formaban parte del Longitudinal Investigation of Fertility and the Environment
(LIFE), un estudio diseñado para examinar la relación entre la
fertilidad y la exposición a sustancias químicas ambientales y el estilo
de vida.
Las mujeres tenían entre 18 y 44 años de edad y los hombres
eran mayores de 18 años y las parejas fueron analizadas hasta el
embarazo o durante un máximo de un año de estar intentándolo. Los
investigadores obtuvieron muestras de sangre de las parejas para
analizar sus niveles de colesterol. En concreto, analizaron el
colesterol libre, pero no el HDL y LDL colesterol ni los niveles de
triglicéridos.
Los investigadores calcularon la probabilidad de que una
pareja pudiera concebir un hijo utilizando una herramienta estadística
denominada 'fecundability odds ratio'
(FOR), que estima la probabilidad de embarazo de las parejas en cada
ciclo, en función de sus concentraciones de colesterol sérico. De esta
forma vieron que las parejas en las que la mujer no se quedó embarazada
durante el estudio tenían, en general, los niveles más elevados de
colesterol libre. De todas las parejas, 347 quedaron embarazadas durante
los 12 meses que duró el trabajo, 54 parejas no lograron concebir un
hijo, y un centenar se retiraron del estudio.
Los resultados vieron que los niveles altos de colesterol
libre se asociaban con el mayor tiempo en concebir un hijo. Además, las
parejas en las que la mujer tenía hipercolesterolemia pero no así su
pareja, también tenía dificultades en concebir.
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