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martes, 6 de diciembre de 2016

MYDI-72: CURA EL CÁNCER DE PÁNCREAS Y OVARIO EN RATONES


Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford (EE.UU.) podrían haber dado un avance muy significativo en la lucha contra múltiples tipos de cáncer. Y es que han desarrollado una molécula que, «con forma de guante de béisbol» según refieren los propios autores, actúa como ‘señuelo’ y anula –o siguiendo con los símiles deportivos de los investigadores, «deja fuera de juego»– una de las señales clave para el crecimiento y metástasis tumoral, hasta el punto de que su ‘eliminación’ activa la muerte de las células cancerígenas. Y, este señuelo, ¿realmente funciona? Pues, sí, y muy bien. De hecho, como muestra el estudio publicado en la revista «The Journal of Clinical Investigation», ha posibilitado no ya la ralentización de la progresión tumoral, sino incluso la curación, en modelos animales –ratones– con cáncer de ovario y de páncreas en fases muy avanzadas.
Como destaca Amato Giaccia, director de la investigación, «en nuestro trabajo hemos sido capaces de lograr la curación de algunos animales, incluso en algunos casos en los que el tratamiento ya se administró cuando tenían tumores muy agresivos y ‘metastásicos’».

Para llevar a cabo el estudio, los autores se centraron en dos tipos de cáncer que, ya sea por sus síntomas inespecíficos o su rápida progresión, son muy difíciles de detectar en sus fases iniciales: el de ovario y el de páncreas. El resultado es que cuando son diagnosticados, los pacientes ya se encuentran en una fase muy avanzada de la enfermedad e, incluso, el tumor ya se ha expandido y colonizado otros órganos –la consabida ‘metástasis’–. En consecuencia, las opciones terapéuticas, básicamente una combinación de cirugía, radioterapia y quimioterapia, son mínimas. Por tanto, infinidad de estudios han sido desarrollados para encontrar nuevos compuestos químicos –o lo que es lo mismo, fármacos– que permitan mejorar la supervivencia de estos pacientes. Y cuando han tenido éxito, han posibilitado el desarrollo de compuestos cuya actividad sobre las células tumorales no es demasiado específica. ¿El resultado? Que su eficacia es limitada, por lo que si bien pueden frenar el tumor nunca consiguen erradicarlo. Y asimismo, que sus efectos secundarios son muy, pero que muy, considerable.













Y en este contexto, ¿qué ofrece el nuevo ‘señuelo’? Pues básicamente, se une a una molécula denominada ‘proteína específica del gen 6 de la detención de crecimiento’ (Gas6) y la anula. Y, exactamente, ¿qué hace esta Gas6? Pues se une al receptor de la tirosín quinasa ‘Axl’, que juega un papel fundamental en la supervivencia, crecimiento y proliferación de las células tumorales. Tal es así que cuando Gas6 y Axl no se unen, las células cancerígenas liberan moléculas que activan los programas de muerte celular de todas sus congéneres. En consecuencia, este señuelo, ya sea por sí solo o en combinación con quimioterapia, puede frenar, cuando no curar, el cáncer, constituyendo un método mucho más efectivo que las actuales alternativas terapéuticas. O así sucede, por lo menos, en modelos animales –ratones.
Como explica Rebecca Miao, co-autora de la investigación, «muchos tratamientos actualmente disponibles son muy tóxicos dado que no actúan de una forma específicamente dirigida sobre las células tumorales y tienen un gran impacto sobre el hígado y el riñón. Pero nuestro receptor señuelo parece que no es solamente eficaz, sino también seguro».
O siguiendo con la terminología deportiva, según apunta Amato Giaccia, «básicamente, hemos desarrollado un mejor guante con una capacidad mucho mayor para atrapar la bola, que en este caso sería Gas6».
El nuevo receptor señuelo, bautizado como ‘MYD1-72’, muestra una afinidad de unión por Gas6 hasta 350 veces superior a la que tiene Axl. En consecuencia, y aunque la cantidad de Gas6 y Axl sea muy elevada –lo que sucede en las fases avanzadas del tumor–, el señuelo sigue siendo muy eficaz a la hora de ‘atrapar’ a Gas6 y evitar que se una a Axl.
Y llegados a este punto, ¿cómo es de eficaz este señuelo? Pues según los resultados del estudio llevado a cabo con ratones con cáncer de ovario, reduce la carga tumoral en el 95% en las fases iniciales de la enfermedad y en el 51% en las fases más avanzadas. Pero aún hay más: combinado con el fármaco doxorrubicina, la reducción de la carga tumoral fue prácticamente total en la enfermedad inicial y del 99% en las fases avanzadas.
Por su parte, y por lo que respecta a los resultados en el cáncer de páncreas, la eficacia en la reducción del volumen tumoral fue nula cuando se administró el señuelo en solitario. Sin embargo, y combinado con el fármaco gemcitabina, MYD1-72 se asoció a una tasa de supervivencia tres veces mayor que la de los ratones que no recibieron tratamiento.
El próximo paso será observar el efecto de MYD1-72 en ensayos clínicos con seres humanos.

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